Cmdte.- ¿Su padre a qué edad murió?
Junko Watanabe.- Tiene 98 años, está vivo.
Me gustaría prometerles a ustedes, con el motivo de trasmitirles el sentimiento de mi hermano, quien ya murió, y para trasmitirles el mensaje que tienen todos los sobrevivientes, y para que la nueva generación trasmita a la generación siguiente nuestro testimonio, yo voy a seguir dando testimonios. Muchísimas gracias (Aplausos).
Cmdte.- Yo le ruego que me excusen si le hago algunas preguntas, porque es que tenemos interés en que se conozca todo lo que ella está narrando; y, desde luego, si no tiene objeción, nosotros retransmitiremos este encuentro a través de la televisión nacional (Aplausos). Tenemos mucho interés en que nuestra opinión pública conozca todo esto, no solo trasmitirlo aquí, trasmitirlo en otros países, hacerles llegar noticias del encuentro. Es de suma importancia que se conozca todo lo que allí ocurrió, independientemente de lo que se haya publicado, filmado, y todas las cosas nuevas que van apareciendo.
domingo, 26 de septiembre de 2010
Lo que jamás podrá olvidarse (Segunda parte)
Si yo fuera venezolano
Mañana es un día importante para Venezuela. Están anunciadas las elecciones para escoger a 165 miembros del Parlamento, y alrededor del importante evento se libra una histórica batalla.
Pero a la vez, las noticias sobre el estado del tiempo son desfavorables. Fuertes lluvias están azotando a la tierra que fue la cuna de El Libertador.
Las lluvias excesivas afectan a los pobres más que a nadie. Son los que tienen las viviendas más modestas, viven en los barrios más olvidados históricamente, con difícil acceso, calles malas y menos tránsito. Cuando las aguas invaden sus hogares, todo lo pierden. Ellos no disponen de las viviendas cómodas y seguras de los ricos, sus amplias avenidas y abundantes medios de transporte.
No se trata de una elección presidencial. En las exclusivamente parlamentarias, la población se moviliza poco y suele restarle importancia.
Por lo general, donde el imperialismo domina y la oligarquía oportunista recibe una parte jugosa de los bienes y servicios nacionales, las masas no tienen nada que ganar o perder y, al imperio, no le preocupa un bledo las elecciones. En los Estados Unidos, ni siquiera las elecciones presidenciales movilizan más del 50% de los que tienen derecho a votar.
Si yo fuera venezolano