domingo, 30 de septiembre de 2007

Un argumento más para la ONU

Mientras trabajo con el ya famoso libro de Greenspan, leo un artículo publicado por El País, órgano español de prensa con más de 500 mil ejemplares según se afirma, que deseo transmitir a los lectores. Está firmado por Ernesto Ekaizer, y dice textualmente:

"Cuatro semanas antes de la invasión de Irak, que se produjo en la noche del 19 al 20 de marzo de 2003, George W. Bush mantenía en público su exigencia a Sadam Hussein en los siguientes términos: desarme o guerra. A puerta cerrada, Bush reconocía que la guerra era inevitable. Durante una larga conversación privada con el entonces presidente español, José María Aznar, celebrada el sábado 22 de febrero de 2003 en el rancho de Crawford, Tejas, Bush dejó claro que había llegado el momento de deshacerse de Sadam. 'Quedan dos semanas. En dos semanas estaremos militarmente listos. Estaremos en Bagdad a finales de marzo', le dijo a Aznar.

"Llegó el momento de deshacerse de Sadam.

"Dentro de este plan, Bush había terminado por aceptar, el 31 de enero de 2003 -tras una entrevista con el primer ministro británico, Tony Blair-, introducir una última maniobra diplomática: la propuesta de una segunda resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Su objetivo: abrir la puerta legal a la guerra unilateral que Estados Unidos se aprestaba a desencadenar con más de 200 000 soldados preparados en la región para atacar.

"Bush era consciente de las dificultades internas de Blair y no desconocía las de Aznar. Sólo siete días antes de esa reunión en el rancho de Crawford, tres millones de personas se manifestaban en varias ciudades de España contra la guerra inminente. 'Necesitamos que nos ayudéis con nuestra opinión pública', pide Aznar. Bush le explica el alcance de la nueva resolución que piensa presentar: 'La resolución estará hecha a la medida de lo que pueda ayudarte. Me da un poco lo mismo el contenido'. A lo que Aznar responde: 'Nos ayudaría ese texto para ser capaces de copatrocinarlo y ser sus coautores y conseguir que mucha gente lo patrocine'. Aznar, pues, se ofrece a dar cobertura política europea a Bush, en unión con Blair. El sueño de Aznar de cimentar una relación con Estados Unidos, siguiendo el ejemplo del Reino Unido, estaba a punto de hacerse realidad.

"Aznar había viajado el 20 de febrero con su esposa, Ana Botella, a Estados Unidos haciendo una escala en México para persuadir -infructuosamente- al presidente Vicente Fox de la necesidad de apoyar a Bush. El 21, la pareja, acompañada por los colaboradores del presidente, llegó a Tejas. Aznar y su esposa se alojaron en la casa de invitados del rancho.

"En la reunión del día siguiente, sábado, participaron el presidente Bush, su entonces asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, y el responsable de asuntos europeos del Consejo de Seguridad Nacional, Daniel Fried. Por su parte, acompañan a Aznar su asesor de política internacional, Alberto Carnero, y el embajador de España en Washington, Javier Rupérez. Bush y Aznar mantuvieron, como parte del encuentro, una conversación telefónica a cuatro bandas con el primer ministro británico, Tony Blair, y el presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi.

"El embajador Rupérez tradujo del inglés para Aznar y también del italiano para Condoleezza Rice; otras dos intérpretes hicieron su trabajo para Bush y sus colaboradores. Fue Rupérez quien se encargó de elaborar el acta-resumen de la conversación en un memorándum que ha permanecido secreto hasta hoy.

"La conversación impresiona por su tono directo, amigable y hasta amenazador, cuando, por ejemplo, se refiere a la necesidad de que países como México, Chile, Angola, Camerún y Rusia, miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, voten la nueva resolución como una muestra de amistad hacia Estados Unidos o se atengan a las consecuencias.

"Se advierte la nula expectativa en el trabajo de los inspectores, cuyo jefe, Hans Blix, había desmontado hacía solo una semana, el 14 de febrero, los argumentos expuestos por el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, ante el Consejo de Seguridad el 5 de febrero de 2003, con 'datos sólidos' apoyados calurosamente por la ministra de Exteriores española, Ana Palacio. Unos datos que el propio Powell calificó, más tarde, como un conjunto de falsedades.

"El informe de Blix

"Según Blix, Irak estaba dando pasos hacia una cooperación activa para resolver los temas de desarme pendientes. Su tono había sido menos crítico que el de su informe del 27 de enero de 2003. 'Desde que llegamos a Irak hace tres meses hemos realizado más de 400 inspecciones sin previo aviso en unos 300 lugares. Hasta ahora, los inspectores no han encontrado ninguna de las armas prohibidas... Si Irak se decide a cooperar todavía más estrechamente el periodo de desarme a través de las inspecciones puede todavía ser breve', señalaba el jefe de inspectores.

"El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Mohamed El Baradei, informó el 14 de febrero de que todavía quedaban por aclarar algunas cuestiones técnicas; pero, añadió, 'no quedan ya problemas de desarme por resolver'. Según dijo, no se había hallado prueba alguna de que en Irak se estuvieran llevando a cabo actividades nucleares o relativas a la energía nuclear, otro claro mentís de lo que afirmó Powell sobre el programa nuclear iraquí.

"Tanto los primeros frutos de la labor de inspección como la finalización de los preparativos de Estados Unidos llevaron a Bush a fijar el comienzo de la operación militar hacia la fecha del 10 de marzo de 2003, a la cual se añadieron nueve días para obtener la segunda resolución. El proceso de persuasión moral al cual se abocaron Aznar y Palacio a golpe de teléfono y en reuniones bilaterales no logró reunir más que cuatro votos: los tres promotores y Bulgaria. Eran necesarios 9 votos.

"El fracaso de esta cobertura legal de la guerra inminente llevó a Bush a acordar con Blair y Aznar la celebración, el 16 de marzo de 2003, de una cumbre en las Islas Azores, lugar sugerido por Aznar como alternativa a las islas Bermudas por una razón que él mismo explicó a Bush: 'El solo nombre de esas islas va asociado a una prenda de vestir que no es precisamente la más adecuada para la gravedad del momento en que nos encontramos'. Allí, ese 16 de marzo, Bush, Blair y Aznar decidieron sustituir al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y usurparon sus funciones para declarar por su cuenta y riesgo la guerra contra Irak. En la mañana del 17 de marzo, el embajador del Reino Unido ante la ONU anunciaba en Nueva York la retirada de la segunda resolución. Una derrota en la votación hubiera complicado más la carrera hacia la guerra."

Fidel Castro Ruz

Septiembre 27 del 2007

7:25 p.m


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miércoles, 19 de septiembre de 2007

Mentiras deliberadas, muertes extrañas y agresión a la economía mundial

En una reflexión hablé de barras de oro depositadas en los sótanos de las Torres Gemelas. Esta vez el tema es bastante más complejo y difícil de creer. Hace casi cuatro décadas científicos residentes en Estados Unidos descubrieron Internet, del mismo modo que Albert Einstein, nacido en Alemania, descubrió en su tiempo la fórmula para medir la energía atómica.


Las bombas arrojadas por Estados Unidos sobre las poblaciones de Hiroshima y Nagasaki ocasionaron cientos de miles de muertos y un número similar de personas irradiadas que fallecieron posteriormente.
Einstein era un gran científico y humanista. Contradijo las leyes físicas, hasta entonces sagradas, de Newton. Sin embargo, las manzanas siguieron cayendo en virtud de la ley de la gravedad definida por este. Eran dos formas diferentes de observar e interpretar la naturaleza, de la cual se poseían muy pocos datos en los días de Newton. Recuerdo lo que leí hace más de 50 años sobre la famosa teoría de la relatividad elaborada por Einstein: la energía es igual a la masa multiplicada por el cuadrado de la velocidad de la luz, que se denomina C: E=MC². Existía el dinero de Estados Unidos y los recursos necesarios para realizar tan costosa investigación. El tiempo político debido al odio generalizado por las brutalidades del nazismo en la nación más rica y productiva de un mundo destruido por la contienda, convirtió aquella fabulosa energía en bombas que fueron arrojadas sobre las poblaciones indefensas de Hiroshima y Nagasaki, ocasionándoles cientos de miles de muertos y un número similar de personas irradiadas que fallecieron en el transcurso de los años posteriores.

Un ejemplo claro del uso de la ciencia y la tecnología con los mismos fines hegemónicos se describe en un artículo del ex oficial de Seguridad Nacional de Estados Unidos Gus W. Weiss, aparecido originalmente en la revista Studies in Intelligence, en 1996, aunque con real difusión en el año 2002, titulado Engañando a los soviéticos. En él Weiss se atribuye la idea de hacerle llegar a la URSS los softwares que necesitaba para su industria, pero ya contaminados con el objetivo de hacer colapsar la economía de aquel país.

Según notas tomadas del capítulo 17 del libro Al borde del abismo: Historias de la guerra fría contadas desde adentro, de Thomas C. Reed, ex secretario de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, Leonid Brezhnev le dijo a un grupo de altos funcionarios del Partido en 1972: "Nosotros los comunistas tenemos que seguir arando con los capitalistas durante algún tiempo. Necesitamos sus créditos, su agricultura y su tecnología; pero vamos a continuar grandes programas militares, y para mediados de los 80 estaremos en posición de volver a una política exterior agresiva, diseñada a tener ventaja sobre el Oeste." Esta información fue confirmada por el Departamento de Defensa en audiencias ante el Comité de la Cámara sobre la Banca y la Moneda en 1974.



A principios de los 70 el gobierno de Nixon planteó la idea de la distensión. Henry Kissinger tenía la esperanza de que "con el tiempo, el comercio y las inversiones pudieran reducir la tendencia del sistema soviético a la autarquía"; él consideraba que la distensión podría "invitar a la gradual asociación de la economía soviética con la de la economía mundial y así fomentar la interdependencia que añade un elemento de estabilidad a la relación política".

Reagan se inclinaba a ignorar las teorías de Kissinger sobre la distensión y a tomarle la palabra al presidente Brezhnev, pero se eliminaron todas las dudas el 19 de julio de 1981, cuando el nuevo Presidente de Estados Unidos se reunió con el presidente François Mitterrand de Francia en la cumbre económica del G-7 en Ottawa. En una conversación aparte, Mitterrand le informó a Reagan acerca del éxito de sus servicios de Inteligencia al reclutar a un agente de la KGB. El hombre pertenecía a una sección que evaluaba los logros de los esfuerzos soviéticos para adquirir tecnología de Occidente. Reagan expresó gran interés en las delicadas revelaciones de Mitterrand y también su agradecimiento por su oferta de hacerle llegar el material al gobierno de Estados Unidos.

El dossier, bajo el nombre de Farewell, llegó a la CIA en agosto de 1981. Dejaba claro que los soviéticos llevaban años realizando sus actividades de investigación y desarrollo. Dada la enorme transferencia de tecnología en radares, computadoras, máquinas-herramientas y semiconductores de Estados Unidos a la Unión Soviética, podría decirse que el Pentágono estaba en una carrera armamentista consigo mismo. El Dossier Farewell también identificaba a cientos de oficiales de casos, agentes en sus puestos y otros suministradores de información a través de Occidente y Japón. Durante los primeros años de la distensión, Estados Unidos y la Unión Soviética habían establecido grupos de trabajo en agricultura, aviación civil, energía nuclear, oceanografía, computadoras y medio ambiente. El objetivo era comenzar a construir "puentes de paz" entre las superpotencias. Los miembros de los grupos de trabajo debían intercambiar visitas a sus centros.

Aparte de la identificación de agentes, la información más útil aportada por el Dossier la constituía la "lista de compras" y sus objetivos en cuanto a la adquisición de tecnología en los años venideros. Cuando el Dossier Farewell llegó a Washington, Reagan le pidió al Director de la CIA, Bill Casey, que ideara un uso operativo clandestino del material.

La producción y transporte de petróleo y gas era una de las prioridades soviéticas. Un nuevo gasoducto transiberiano debía llevar gas natural desde los yacimientos de gas de Urengoi en Siberia a través de Kazajstán, Rusia y Europa oriental hasta los mercados de divisas de Occidente. Para automatizar la operación de válvulas, compresores e instalaciones de almacenaje en una empresa tan inmensa, los soviéticos necesitaban sistemas de control sofisticados. Compraron computadoras de los primeros modelos en el mercado abierto, pero cuando las autoridades del gasoducto abordaron a Estados Unidos para adquirir el software necesario, fueron rechazados. Impertérritos, los soviéticos buscaron en otra parte; se envió un operativo de la KGB a penetrar un proveedor canadiense de softwares en un intento por adquirir los códigos necesarios. La inteligencia estadounidense, avisada por el agente del Dossier Farewell, respondió y manipuló el software antes de enviarlo.

Una vez en la Unión Soviética, las computadoras y el software, trabajando juntos, hacían operar el gasoducto maravillosamente. Pero esa tranquilidad era engañosa. En el software que operaba el gasoducto había un caballo de Troya, término que se usa para calificar líneas de software ocultas en el sistema operativo normal, que hacen que dicho sistema se descontrole en el futuro, o al recibir una orden desde el exterior.

Con el objetivo de afectar las ganancias de divisas provenientes de Occidente y la economía interna de Rusia, el software del gasoducto que debía operar las bombas, turbinas y válvulas había sido programado para descomponerse después de un intervalo prudencial y resetear -así se califica- las velocidades de las bombas y los ajustes de las válvulas haciéndolas funcionar a presiones muy por encima de las aceptables para las juntas y soldaduras del gasoducto.

"El resultado fue la más colosal explosión no nuclear e incendio jamás vistos desde el espacio. En la Casa Blanca, funcionarios y asesores recibieron la advertencia de satélites infrarrojos de un extraño evento en medio de un lugar despoblado del territorio soviético. El NORAD (Comando de Defensa Aeroespacial Norteamericano) temía que fuera el lanzamiento de misiles desde un lugar donde no se conocía que hubiera cohetes basificados; o quizás fuera la detonación de un dispositivo nuclear. Los satélites no habían detectado ninguna pulsación electromagnética característica de las detonaciones nucleares. Antes de que tales indicios pudieran convertirse en una crisis internacional, Gus Weiss llegó por un pasillo para decirles a sus colegas del CSN (Consejo de Seguridad Nacional) que no se preocuparan, afirma Thomas Reed en su libro."

La campaña de contramedidas basadas en el Dossier Farewell fue una guerra económica. Aunque no hubo bajas personales debido a la explosión del gasoducto, hubo un daño significativo para la economía soviética.

Como gran final entre 1984 y 1985 Estados Unidos y sus aliados de la OTAN concluyeron esta operación, que terminó eficazmente con la capacidad de la URSS para captar tecnología en un momento en que Moscú se encontraba entre la espada de una economía defectuosa, por un lado, y la pared de un presidente estadounidense empecinado en prevalecer y poner fin a la guerra fría, por el otro.

En el artículo de Weiss ya citado se afirma que: "en 1985, el caso tuvo un giro singular cuando salió a la luz información sobre el expediente Farewell en Francia. Mitterrand llegó a sospechar que el agente soviético había sido un montaje plantado por la CIA para ponerle a prueba y decidir si el material sería entregado a los estadounidenses o mantenido por los franceses. Actuando a partir de esa idea, Mitterrand despidió al jefe del servicio francés, Yves Bonnet."

Gus W. Weiss fue quien se atribuyó, como ya se dijo, el siniestro plan para hacer llegar a la URSS los softwares defectuosos, cuando Estados Unidos tuvo en su poder el Dossier Farewell. Murió el 25 de noviembre de 2003 a la edad de 72 años. El Washington Post no reportó su muerte hasta el 7 de diciembre, 12 días después. Dijo que Weiss se "cayó" de su edificio de residencia, "Watergate", en Washington, y afirmó también que un médico forense de la capital norteamericana declaró su muerte como un "suicidio". El periódico de su ciudad natal, el Nashville Tennessean, publicó la noticia una semana después del Washington Post, y advirtió que en esa fecha todo lo que podrían decir era que "las circunstancias que rodearon su muerte no se podían confirmar todavía."

Antes de morir dejó escritas unas notas inéditas bajo el título "El dossier de despedida: el engaño estratégico y la guerra económica en la guerra fría".

Weiss se graduó en la Vanderbilt University. Tenía postgrados de Harvard y de la New York University.

Su trabajo para el gobierno se concentró en asuntos de Seguridad Nacional, organizaciones de Inteligencia y preocupaciones con el traslado de tecnología a países comunistas. Trabajó con la CIA, con la Junta de Defensa Científica del Pentágono y con el Comité de Señales de Inteligencia de la Junta de Inteligencia de EE.UU.

Recibió la Medalla de Mérito de la CIA y la Medalla "Cipher", del Consejo de Seguridad Nacional. Los franceses le concedieron la "Legión de Honor", en 1975.

No dejó sobrevivientes.

Weiss se había declarado en contra de la guerra en Iraq poco antes de su "suicidio". Es interesante tener en cuenta que 18 días antes de la muerte de Weiss, también se suicidó -el 7 de noviembre de 2003- otro analista del gobierno de Bush, John J. Kokal (58 años). Este saltó a su muerte desde una oficina en el Departamento de Estado donde trabajaba. Kokal era analista de Inteligencia para el Departamento de Estado en asuntos relacionados con Iraq.

Consta en documentos ya publicados que Mijail Gorbachov se enfureció cuando comenzaron los arrestos y deportaciones de agentes soviéticos en varios países, pues desconocía que el contenido del Dossier Farewell estaba en poder de los principales jefes de gobierno de la OTAN. En una reunión del Buró Político el 22 de octubre de 1986, convocada para informar a sus colegas sobre la Cumbre de Reykjavik, alegó que los estadounidenses estaban "actuando muy descortésmente y comportándose como bandidos". Aunque mostraba un rostro complaciente en público, en privado Gorbachov se refería a Reagan como "un mentiroso".

En los días finales de la Unión Soviética, el Secretario General del PCUS tuvo que andar a ciegas. Gorbachov no tenía idea de lo que estaba ocurriendo en los laboratorios e industrias de alta tecnología de Estados Unidos; ignoraba por completo que los laboratorios e industrias soviéticas habían sido comprometidos y hasta qué punto.

Los pragmáticos de la Casa Blanca andaban igualmente a ciegas mientras esto ocurría.

El presidente Ronald Reagan jugaba su carta de triunfo: la Iniciativa de Defensa Estratégica/Guerra de las Galaxias. Sabía que los soviéticos no podían competir en esa liga, porque no podían sospechar que su industria electrónica estaba infectada con virus y caballos de Troya colocados allí por la comunidad de Inteligencia de Estados Unidos.

La ex Primera Ministra británica, en sus memorias, publicadas por una importante editorial inglesa en 1993 con el título Margaret Thatcher, los años en Downing Street, expresa que todo el plan de Reagan relacionado con la Guerra de las Galaxias y la intención de hacer colapsar económicamente a la Unión Soviética fue el plan más brillante de esa administración, y que condujo definitivamente al derrumbe del socialismo en Europa.

En el capítulo XVI de su libro explica la participación de su gobierno en la Iniciativa de Defensa Estratégica.

Llevarla a cabo fue, a juicio de Thatcher, la "decisión más importante" de Reagan, "probó resultar clave en la victoria del Oeste en la guerra fría". Impuso "más tensiones económicas y mayor austeridad" a la sociedad soviética, en fin, sus "implicaciones tecnológicas y financieras para la URSS fueron devastadoras".

Bajo el subtítulo "Reevaluando a la Unión Soviética", describe una serie de conceptos cuya esencia está contenida en párrafos textuales tomados de ese largo pasaje, en los que deja constancia del brutal complot.

"En los albores de 1983, los soviéticos deben haber comenzado a darse cuenta de que su juego de manipulación e intimidación pronto se acabaría. Los gobiernos europeos no estaban dispuestos a caer en la trampa tendida por la propuesta de una 'zona libre de armas nucleares' para Europa. Continuaron los preparativos para el despliegue de los misiles Crucero y Pershing. En el mes de marzoel presidente Reagan anunció los planes de Estados Unidos para una Iniciativa de Defensa Estratégica (IDE), cuyas consecuencias tecnológicas y financieras para la URSS serían devastadoras."

"[...] no me cabía la menor duda de lo correcto de su dedicación en insistir en el programa. Analizado retrospectivamente, ahora me queda claro que la decisión original de Ronald Reagan sobre la Iniciativa de Defensa Estratégica fue la más importante de su presidencia."

"Al formular nuestro enfoque a la Iniciativa de Defensa Estratégica, había cuatro elementos diferentes que tuve en cuenta. El primero fue la ciencia en sí misma.

"El objetivo de Estados Unidos en la Iniciativa de Defensa Estratégica era desarrollar una defensa nueva y mucho más eficaz contra los misiles balísticos."

"Este concepto de defensa se basaba en la capacidad de atacar a los misiles balísticos lanzados en cualquier etapa de su vuelo, desde la fase de impulsión cuando el misil y todas sus ojivas y señuelos estaban juntos, hasta el punto de reentrada en la atmósfera terrestre en su camino hacia el blanco."

"El segundo elemento que había que tener en cuenta eran los acuerdos internacionales existentes, que limitaban el despliegue de armas en el espacio y los sistemas de proyectiles antibalísticos. El Tratado sobre la Limitación de los Sistemas de Proyectiles Antibalísticos, de 1972, enmendado por un Protocolo de 1974, permitía a Estados Unidos y a la Unión Soviética emplazar un sistema de proyectiles antibalísticos estático con hasta cien lanzacohetes para defender su campo de silos de misiles balísticos intercontinentales."

"La Oficina de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Defensa británicos siempre procuraron insistir en la interpretación más estrecha posible que los estadounidenses -acertadamente a mi juicio- creyeron que habría significado que la Iniciativa de Defensa Estratégica había muerto al nacer. Siempre he tratado de distanciarme de esta fraseología y dejé claro en privado y en público que no podía decirse que se hubiera completado la investigación sobre si un sistema era viable hasta que se hubiese ensayado con éxito. Subyacente en esta jerga, este punto al parecer técnico era realmente una cuestión de evidente sentido común. Empero, se convertiría en la cuestión que dividió a Estados Unidos y a la URSS en la cumbre de Reykjavik, de modo que cobró gran importancia.

"El tercer elemento en el cálculo fue la fuerza relativa de las dos partes en la defensa contra proyectiles balísticos. Solo la Unión Soviética poseía un sistema de proyectiles antibalísticos (conocido como GALOSH) en los alrededores de Moscú, que en esos momentos estaban perfeccionando. Los estadounidenses jamás habían emplazado un sistema equivalente."

"Los soviéticos también estaban más avanzados en las armas antisatélites. Por consiguiente, había un argumento fuerte de que los soviéticos ya habían adquirido una ventaja inaceptable en toda esta esfera.

"El cuarto elemento era lo que implicaba la Iniciativa de Defensa Estratégica para la disuasión. Al principio sentí bastante simpatía por la filosofía tras el Tratado sobre la Limitación de los Sistemas de Proyectiles Antibalísticos, que era que mientras más ultramoderna y efectiva fuera la defensa contra los misiles nucleares, mayor presión había para procurar avances enormemente costosos en la tecnología para las armas nucleares. Siempre creí en una versión con ligeras condiciones de la doctrina conocida como 'destrucción recíproca segura', MAD por sus siglas en inglés. La amenaza de lo que yo prefiero llamar 'destrucción inaceptable' que se produciría tras un intercambio nuclear era tal, que las armas nucleares constituían un elemento de disuasión efectivo contra la guerra no solo nuclear, sino también convencional."

"Pronto comencé a ver que la Iniciativa de Defensa Estratégica no socavaría la disuasión nuclear, sino que la fortalecería. A diferencia del presidente Reagan y de otros miembros de su Administración, jamás creí que la Iniciativa de Defensa Estratégica podría ofrecer una protección al ciento por ciento, pero permitiría que suficientes misiles de Estados Unidos sobrevivieran a un primer golpe de los soviéticos."

"El tema de la Iniciativa de Defensa Estratégica fue el que dominó mis conversaciones con el presidente Reagan y con los miembros de su Administración cuando fui a Camp David el sábado 22 de diciembre de 1984 para informar a los estadounidenses sobre mis conversaciones previas con el señor Gorbachov. Esa fue la primera vez que oí al presidente Reagan hablar sobre la Iniciativa de Defensa Estratégica. Habló de eso apasionadamente. Estaba en su punto más idealista. Destacó que la Iniciativa de Defensa Estratégica sería un sistema defensivo y que no era su intención obtener para Estados Unidos una ventaja unilateral. Es más, dijo que si la Iniciativa de Defensa Estratégica tenía éxito estaría dispuesto a internacionalizarla de modo que estuviera al servicio de todos los países, y le había dicho lo mismo al señor Gromyko. Reafirmó su objetivo a largo plazo de eliminar totalmente las armas nucleares.

"Esas observaciones me pusieron nerviosa. Me horrorizaba pensar que Estados Unidos estuvieran dispuestos a echar por la borda la ventaja tan arduamente ganada en materia de tecnología al ponerla a disposición de todo el mundo."

"Lo que escuché, ahora que llegábamos a la discusión de las probabilidades reales más que de una concepción amplia, era tranquilizador. El presidente Reagan no simulaba que ellos supieran aún a dónde pudieran conducir las investigaciones. Pero recalcó que -además de sus argumentos anteriores a favor de la Iniciativa de Defensa Estratégica- seguirle el ritmo a Estados Unidos impondría una presión económica a la Unión Soviética. Argumentó que no existía un límite práctico en cuanto hasta dónde el gobierno soviético podría arrastrar a su pueblo por el camino de la austeridad."

"Ahora yo anotaba, mientras conversaba con el asesor para la Seguridad Nacional Bud McFarlane, los cuatro puntos que me parecían más cruciales.

"Mis funcionarios luego insertarían los detalles. El Presidente y yo acordamos un texto donde se exponía la política.

"La sección principal de mi declaración expresa:

"Le hablé al Presidente acerca de mi firme convicción de que el programa de investigaciones de la Iniciativa de Defensa Estratégica debía continuar. La investigación, por supuesto, es permitida según los tratados existentes entre Estados Unidos y la Unión Soviética; y, por supuesto, sabemos que los rusos ya tienen su programa de investigaciones y, en opinión de Estados Unidos, han ido ya más allá de las investigaciones. Convinimos en cuatro puntos: 1. El objetivo de Estados Unidos, de Occidente, no era alcanzar la superioridad, sino mantener el equilibrio, tomando en cuenta los avances soviéticos; 2. El despliegue relacionado con la Iniciativa de Defensa Estratégica, en vista de las obligaciones que imponían los tratados, tendría que ser una cuestión para la negociación; 3. El objetivo general es aumentar, no socavar, disuasión; 4. La negociación entre el Este y Occidente debe apuntar hacia alcanzar la seguridad con niveles reducidos de sistemas ofensivos de ambos lados. Este será el propósito de las negociaciones reanudadas entre Estados Unidos y la Unión Soviética sobre el control de los armamentos, que yo acojo con beneplácito.

"Posteriormente supe que George Schultz -entonces Secretario de Estado- pensaba que yo había asegurado una concesión demasiado grande por parte de los americanos en la redacción; pero eso, de hecho, nos daba -tanto a ellos como a nosotros- una línea clara y defendible, y ayudaba a tranquilizar a los miembros europeos de la OTAN. Un día de trabajo muy productivo."

Más adelante, con el subtítulo de "Visita a Washington: febrero de 1985", Margaret Thatcher expresa:

"Visité Washington nuevamente en febrero de 1985. Las negociaciones sobre armamentos entre los americanos y la Unión Soviética ya se habían reanudado, pero la Iniciativa de Defensa Estratégica seguía siendo una fuente de discusión. Yo debía hablar ante una reunión conjunta del Congreso en la mañana del miércoles 20 de febrero y llevé conmigo desde Londres como regalo una estatua de bronce de Winston Churchill, a quien también muchos años antes se le había honrado con tal invitación. Trabajé de manera especialmente ardua en este discurso. Utilizaría el teleprompter para pronunciarlo. Sabía que el Congreso había visto al propio 'Gran Comunicador' pronunciando discursos intachables y yo tendría un auditorio exigente. De modo que decidí practicar la lectura del texto hasta que lograra pronunciarlo con la entonación y el énfasis correctos. Hablar a partir del teleprompter, debo agregar, es una técnica totalmente distinta a hablar a partir de notas. De hecho, el presidente Reagan me prestó su propio teleprompter y yo lo había llevado de vuelta a la Embajada británica, donde estaba alojada. Harvey Thomas, quien me acompañaba, lo consiguió y, haciendo caso omiso de cualquier desfase horario, practiqué hasta las 4:00 a.m. No me acosté, comenzando el nuevo día de trabajo con mi acostumbrado café negro y mis tabletas de vitaminas; después concedí entrevistas televisivas a partir de las 6:45 a.m.; pasé por la peluquera y estuve lista a las 10:30 para partir hacia el Capitolio. Utilicé mi discurso, que abordaba extensamente los asuntos internacionales, para dar un fuerte apoyo a la Iniciativa de Defensa Estratégica. Tuve una acogida fabulosa."

"El mes siguiente (marzo de 1985) ocurrió la muerte del señor Chernenko y notablemente, sin mucha demora, la sucesión del señor Gorbachov a la dirección de la Unión Soviética. Una vez más asistí a un funeral en Moscú: el tiempo estaba, incluso, más frío que en el de Yuri Andrópov. El señor Gorbachov tenía que atender a gran cantidad de dignatarios extranjeros. Pero tuve una charla de casi una hora con él esa tarde en el Salón de Santa Catalina del Kremlin. La atmósfera era más formal que en Chequers (residencia rural oficial de los Primeros Ministros británicos desde 1921), y la presencia callada, sardónica, del señor Gromyko no ayudaba. Pero pude explicarles las implicaciones de la política que yo había convenido con el presidente Reagan en el mes de diciembre anterior en Camp David. Estaba claro que la Iniciativa de Defensa Estratégica era ahora la preocupación principal de los soviéticos en términos de control de armamentos. El señor Gorbachov trajo, como habíamos esperado, un nuevo estilo al gobierno soviético. Él hablaba abiertamente del horrible estado de la economía soviética, aunque todavía en esta etapa se apoyaba en los métodos asociados con la campaña del señor Andrópov por una mayor eficiencia más que en una reforma radical. Un ejemplo de ello fueron las medidas draconianas que tomó Gorbachov contra el alcoholismo. Pero, a medida que avanzó el año, no hubo señales de mejoría de las condiciones en la Unión Soviética. De hecho, como señaló nuestro nuevo y gran embajador en Moscú, Brian Cartledge, que había sido mi secretario privado sobre relaciones exteriores cuando resulté Primera Ministra por primera vez, en uno de sus primeros informes, era cuestión de 'compota mañana y, mientras tanto, nada de vodka hoy'.

"Las relaciones de Gran Bretaña con la Unión Soviética entraron en un claro período de frialdad como resultado de las expulsiones que yo autoricé de funcionarios soviéticos que habían estado realizando actos de espionaje."

"En noviembre, el presidente Reagan y elseñor Gorbachov celebraron su primera reunión en Ginebra. Sus resultados fueron escasos -los soviéticos insistían en vincular las armas nucleares estratégicas con la suspensión de las investigaciones relativas a la Iniciativa de Defensa Estratégica- pero pronto se desarrolló una simpatía personal entre los dos líderes. Se había expresado cierta preocupación en cuanto a que el avispado y joven homólogo soviético del presidente Reagan pudiera superarlo en habilidad. Pero no fue así, lo cual no me sorprendió en lo absoluto, pues Ronald Reagan había tenido muchísima práctica en sus primeros años como presidente del gremio de artistas de cine al llevar a cabo negociaciones del sindicato sobre bases realistas -y nadie era más realista que el señor Gorbachov.

"Durante 1986 el señor Gorbachov demostró gran sutileza en explotar la opinión pública occidental al presentar propuestas tentadoras, pero inaceptables, sobre el control de armamentos. Los soviéticos dijeron relativamente poco sobre el vínculo entre la Iniciativa de Defensa Estratégica y la reducción de las armas nucleares. Pero no se les dio razón alguna para creer que los americanos estaban dispuestos a suspender o detener las investigaciones relativas a la Iniciativa de Defensa Estratégica. A finales de ese año se acordó que el presidente Reagan y el señor Gorbachov -con sus Ministros de Relaciones Exteriores- se deberían reunir en Reykjavik, Islandia, para discutir ofertas sustantivas."

La iniciativa de Defensa Estratégica impuso a la Unión Soviética un costoso programa militar. La iniciativa de Defensa Estratégica o Guerra de las Galaxias se convirtió en la carta de triunfo de Ronald Reagan. "El hecho era que nosotros no podíamos contener la investigación sobre nuevos tipos de armas. Teníamos que ser los primeros en obtenerlas. Es imposible detener a la ciencia: no se detendrá por ser ignorada."

"En retrospectiva, puede considerarse que la Cumbre de Reykjavik ese fin de semana del 11 y 12 de octubre [de 1986] tuvo una significación absolutamente diferente a la que le atribuyó la mayoría de los comentaristas en ese entonces. Se les había preparado una trampa a los americanos. Concesiones soviéticas cada vez mayores se hicieron durante la Cumbre: convinieron por primera vez en que los elementos de disuasión británicos y franceses se excluyeran de las negociaciones sobre las fuerzas nucleares de alcance intermedio; y que las reducciones en las armas nucleares estratégicas debían dejar a cada bando con cantidades iguales -y no sólo una reducción porcentual, que habría dejado a los soviéticos con clara ventaja. También hicieron concesiones significativas en cuanto a las cifras relativas a las fuerzas nucleares de alcance intermedio. Cuando la Cumbre se acercaba a su fin, el presidente Reagan propuso un acuerdo mediante el cual todo el arsenal de armas nucleares estratégicas -bombarderos, misiles Crucero y balísticos de largo alcance- se reduciría a la mitad en un plazo de cinco años y las más poderosas de estas armas, los misiles balísticos estratégicos, se eliminarían en un plazo de diez años. El señor Gorbachov era aún más ambicioso: quería que se eliminaran todas las armas nucleares estratégicas al concluir el período de diez años.

"Pero entonces repentinamente, al mismísimo final, se accionó la trampa. El presidente Reagan había concedido que durante el período de diez años ambos bandos acordarían no retirarse del Tratado sobre la Limitación de los Sistemas de Proyectiles Antibalísticos, aunque se permitiría el desarrollo y los ensayos compatibles con el Tratado."

Pero Reagan sufrió una extraña amnesia en torno al detonante de la brutal competencia militar que se le impuso a la URSS, con un extraordinario costo económico. Su publicitado diario no menciona absolutamente nada del Dossier Farewell. En sus apuntes de cada día, publicados este año, Ronald Reagan, hablando de su estancia en Montebello, Canadá, expresa:

"Domingo 19 de julio (1981)

"El hotel es una maravillosa obra de ingeniería, hecha totalmente de troncos. La mayor cabaña de troncos del mundo.

"Tuve un mano a mano con el Canciller Schmidt (Jefe del gobierno alemán). Estaba realmente deprimido y de un humor pesimista acerca del mundo.

"Luego me reuní con el presidente Mitterrand, le expliqué nuestro programa económico y que no teníamos nada que ver con las altas tasas de interés.

"Esa noche cenamos solamente nosotros 8. Los 7 jefes de Estado y el Presidente de la Comunidad Europea. Se convirtió realmente en una conversación informal sobre cuestiones económicas, debido básicamente a una sugerencia de la primera ministra Thatcher."

El resultado final de la gran conspiración y la alocada y costosa carrera armamentista, cuando la Unión Soviética estaba herida de muerte en el orden económico, lo cuenta en la introducción al libro de Thomas C. Reed, George H. W. Bush, el primer Presidente de la dinastía Bush, quien participó de forma real en la Segunda Guerra Mundial, al escribir textualmente:

"La guerra fría fue una lucha a favor de la mismísima alma de la humanidad. Fue una lucha a favor de un modo de vida definido por la libertad de una parte y por la represión de la otra. Creo que ya hemos olvidado cuán larga y dura fue esa lucha, y cuán cerca del desastre nuclear estuvimos a veces. El hecho de que este no ocurriera da fe de los honorables hombres y mujeres de ambos lados que mantuvieron su serenidad e hicieron lo correcto -según su criterio- en momentos de crisis.

"Este conflicto entre las superpotencias que sobrevivieron a la Segunda Guerra Mundial comenzó cuando yo regresaba a casa de la guerra. En 1948, el año de mi graduación de la Universidad de Yale, los soviéticos trataron de cortar el acceso de Occidente a Berlín. Ese bloqueo condujo a la creación de la OTAN, fue seguido de la primera prueba soviética de la bomba atómica, y se volvió sangriento con la invasión a Corea del Sur. Detrás de esto vinieron cuatro décadas de enfrentamientos nucleares, guerras donde cada superpotencia apoyaba al bando contrario y privaciones económicas.

"Yo tuve el privilegio de ser el Presidente de Estados Unidos cuando todo esto llegó a su fin. En el otoño de 1989 los estados satélites comenzaron a liberarse y revoluciones mayormente pacíficas se extendieron por Polonia, Hungría, Checoslovaquia y Rumania. Cuando cayó el muro de Berlín, sabíamos que se acercaba el fin.

"Tendrían que transcurrir aún dos años para que se acabara el imperio de Lenin y Stalin. Yo recibí la buena nueva por medio de dos llamadas telefónicas. La primera me llegó el 8 de diciembre de 1991, cuando Boris Yeltsin me llamó desde un pabellón de caza cerca de Brest en Bielorrusia. Habiendo sido recientemente elegido Presidente de la República rusa, Yeltsin se había estado reuniendo con Leonid Kravchuk, presidente de Ucrania y Stanislav Shushchevik, presidente de Bielorrusia. 'Hoy ocurrió un acontecimiento muy importante en nuestro país,' dijo Yeltsin. 'Quise informárselo yo mismo antes de que se enterara por la prensa.' Entonces me dio la noticia: los Presidentes de Rusia, Bielorrusia y Ucrania habían decidido disolver la Unión Soviética.

"Dos semanas más tarde, una segunda llamada confirmó que la antigua Unión Soviética desaparecería. Mijail Gorbachov me contactó en Camp David en la mañana de Navidad de 1991. Nos deseó una feliz Navidad a Bárbara y a mí y luego pasó a resumir lo que había sucedido en su país: la Unión Soviética había dejado de existir. Él acababa de comparecer en la televisión nacional para confirmar el hecho y había transferido el control de las armas nucleares soviéticas al Presidente de Rusia. 'Pueden disfrutar de una tranquila noche de Navidad', nos dijo. Y así terminó todo."

Consta, por un artículo publicado en The New York Times que la operación utilizó casi todas las armas al alcance de la CIA -guerra sicológica, sabotaje, guerra económica, engaño estratégico, contrainteligencia, guerra cibernética-, todo ello en colaboración con el Consejo de Seguridad Nacional, el Pentágono y el FBI. Destruyó al pujante equipo de espionaje soviético, dañó la economía y desestabilizó el Estado de ese país. Fue un éxito rotundo. De haberse hecho a la inversa (los soviéticos a los norteamericanos), pudiera haberse visto como un acto de terrorismo.

Del tema se habla también en otro libro titulado Legado de Cenizas, que acaba de ser publicado. En la solapa del libro se expresa que "Tim Weiner es un reportero de The New York Times, quien ha escrito sobre los servicios de Inteligencia estadounidenses durante veinte años, y obtuvo un Premio Pulitzer por su trabajo sobre los programas secretos de Seguridad Nacional. Ha viajado a Afganistán y otros países para investigar de primera mano las operaciones encubiertas de la CIA. Este es su tercer libro.

"Legado de Cenizas se basa en más de 50 mil documentos, provenientes fundamentalmente de los propios archivos de la CIA, y cientos de entrevistas a veteranos de dicha agencia, incluidos diez directores. Nos muestra un panorama de la CIA desde su creación después de la Segunda Guerra Mundial, pasando por sus batallas durante la guerra fría y la guerra contra el terrorismo iniciada el 11 de Septiembre del 2001."

El artículo de Jeremy Allison, publicado en Rebelión <http://www.rebelion.org/noticia.php?id=33610> en junio del 2006, y los de Rosa Miriam Elizalde, publicados el 4 <http://www.juventudrebelde.cu/opinion/2007-09-04/anzuelo-rojo/> y el 11 de septiembre <http://www.juventudrebelde.cu/opinion/2007-09-11/dossier-farewell/> del año en curso, 2007, denuncian estos hechos destacando la idea de uno de los fundadores del software libre, quien señaló que: "a medida que se complejizan las tecnologías será más difícil detectar acciones de ese tipo".

Rosa Miriam publicó dos sencillos artículos de opinión de apenas cinco páginas cada uno. Si lo desea, puede escribir un libro de muchas páginas. La recuerdo bien desde el día en que, como periodista muy joven, me preguntó ansiosa, nada menos que en una conferencia de prensa hace más de 15 años, si yo pensaba que podríamos resistir el período especial que nos caía encima con la desaparición del campo socialista.

La URSS se derrumbó estrepitosamente. Desde entonces hemos graduado a cientos de miles de jóvenes en el nivel superior de enseñanza. ¡Qué otra arma ideológica nos puede quedar que un nivel superior de conciencia! La tuvimos cuando éramos un pueblo en su mayoría analfabeto o semianalfabeto. Si lo que se desea es conocer verdaderas fieras, dejen que en el ser humano prevalezcan los instintos. Sobre eso se puede hablar mucho.

En la actualidad, el mundo está amenazado por una desoladora crisis económica. El gobierno de Estados Unidos emplea recursos económicos inimaginables para defender un derecho que viola la soberanía de todos los demás países: continuar comprando con billetes de papel las materias primas, la energía, las industrias de tecnologías avanzadas, las tierras más productivas y los inmuebles más modernos de nuestro planeta.

Fidel Castro Ruz
Septiembre 18 del 2007
6:37 p.m.


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miércoles, 12 de septiembre de 2007

La respuesta brutal

El más genuino representante de un sistema de terror que ha sido impuesto al mundo por la superioridad tecnológica, económica y política de la potencia más poderosa que ha conocido nuestro planeta, es sin duda George W. Bush. Compartimos, por ello, la tragedia del propio pueblo norteamericano y sus valores éticos. Solo de la Casa Blanca podían proceder las instrucciones para el fallo dictado por Kathleen Cardone, jueza de la Corte Federal de El Paso, Texas, el pasado viernes, concediéndole la libertad bajo fianza a Luis Posada Carriles.

Fue el propio presidente Bush quien eludió en todo momento el carácter criminal y terrorista del acusado. Se le protegió imputándole una simple violación de trámites migratorios. La respuesta es brutal. El gobierno de Estados Unidos y sus instituciones más representativas decidieron de antemano la libertad del monstruo.

Los antecedentes son bien conocidos y vienen de muy atrás. Los que lo entrenaron y le ordenaron destruir una nave cubana de pasajeros en pleno vuelo, con 73 atletas, estudiantes y otros viajeros nacionales y extranjeros a bordo, además de su abnegada tripulación; los que, estando preso el terrorista en Venezuela, compraron su libertad para suministrar y prácticamente dirigir una guerra sucia contra el pueblo de Nicaragua, que significó la pérdida de miles de vidas y la ruina del país por décadas; los que le dieron facultades para contrabandear con drogas y armas a fin de burlar las leyes del Congreso; los que con él crearon la terrible Operación Cóndor e internacionalizaron el terror; los que llevaron a la tortura, la muerte y muchas veces a la desaparición física de cientos de miles de latinoamericanos, era imposible que actuaran de otra forma.

No por esperada la decisión de Bush es menos humillante para nuestro pueblo, porque fue Cuba la que, partiendo de las revelaciones de «Por Esto!», órgano de prensa del Estado mexicano de Quintana Roo, complementadas después por nuestros propios medios, supo con toda precisión que Posada Carriles entró desde Centroamérica, vía Cancún, hacia Isla Mujeres, desde donde, a bordo del Santrina, después de ser inspeccionada la nave por las autoridades federales de México, se dirigió junto a otros terroristas directamente a Miami.

Denunciado y emplazado públicamente el gobierno de ese país con datos exactos sobre el tema desde el 11 de abril del 2005, demoró más de un mes en arrestar al terrorista y tardó un año y dos meses en reconocer que Luis Posada Carriles entró ilegalmente por las costas de la Florida a bordo del Santrina, un supuesto buque-escuela matriculado en Estados Unidos.

De sus incontables víctimas, de sus bombas contra instalaciones turísticas en años recientes, de sus decenas de planes financiados por el gobierno de Estados Unidos para eliminarme físicamente no se dice una sola palabra.

No era suficiente para Bush haber ultrajado el nombre de Cuba instalando en el territorio ilegalmente ocupado de Guantánamo un horrible centro de tortura similar al de Abu Ghraib, que al ser conocido causó espanto en el mundo. La cruel acción de sus antecesores no le parecía suficiente. No le bastaban los 100 mil millones de dólares que obligaron a gastar a un país pobre y subdesarrollado como Cuba. Acusar a Posada Carriles era acusarse a sí mismo.

A lo largo de casi medio siglo, todo era válido contra nuestra pequeña isla a 90 millas de sus costas, que deseaba ser independiente. En la Florida se instaló la más grande estación de inteligencia y subversión que había existido en el planeta.

No bastaba la invasión mercenaria de Girón, que costó a nuestro pueblo 176 muertos y más de 300 heridos cuando los pocos especialistas de Medicina que nos dejaron no tenían experiencia en heridas de guerra.

Antes había estallado en los muelles del puerto de La Habana el buque francés La Coubre, que transportaba armas y granadas de fabricación belga para Cuba, causando con sus dos explosiones, bien sincronizadas, la muerte a más de 100 trabajadores y heridas a otros muchos en plena faena de salvamento.

No bastaba la Crisis de Octubre de 1962, que llevó al mundo al borde límite de una guerra termonuclear total, cuando ya existían bombas 50 veces más poderosas que las que estallaron sobre Hiroshima y Nagasaki.

No bastaba la introducción en nuestro país de virus, bacterias y hongos contra plantaciones y rebaños, e incluso, aunque parezca increíble, contra seres humanos. De laboratorios norteamericanos salieron algunos de estos patógenos para ser trasladados a Cuba por terroristas bien conocidos al servicio del gobierno de Estados Unidos.

A todo esto se añade la enorme injusticia de mantener en prisión a cinco heroicos patriotas que, por suministrar información sobre las actividades terroristas, fueron condenados de forma fraudulenta a sanciones que alcanzan hasta dos cadenas perpetuas, y soportan estoicamente, cada uno de ellos en cárceles diferentes, crueles maltratos.

Más de una vez el pueblo cubano ha desafiado sin vacilar el peligro de morir. Demostró que con inteligencia, usando tácticas y estrategias adecuadas, especialmente estrechando la unidad en torno a su vanguardia política y social, no habrá fuerza en el mundo capaz de vencerlo.

Pienso que el próximo Primero de Mayo sería el día ideal para que nuestro pueblo, con un mínimo de gasto en combustible y medios de transporte, exteriorice sus sentimientos a los trabajadores y los pobres del mundo.

Fidel Castro Ruz
10 de abril del 2007


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La internacionalización del genocidio

La reunión de Camp David acaba de concluir. Todos escuchamos con interés la conferencia de prensa de los Presidentes de los Estados Unidos y Brasil, así como las noticias en torno a la reunión y las opiniones vertidas.

Enfrentado Bush a las demandas de su visitante brasileño sobre tarifas arancelarias y subsidios, que protegen y apoyan la producción norteamericana de etanol, no hizo en Camp David la más mínima concesión.

El presidente Lula atribuyó a esto el encarecimiento del maíz, que de acuerdo con sus palabras se había elevado en más de un 85 por ciento.

Ya antes, el periódico The Washington Post publicó el artículo de la máxima autoridad de Brasil, donde expuso la idea de convertir los alimentos en combustible.

No es mi intención lastimar a Brasil, ni mezclarme en asuntos relacionados con la política interna de ese gran país. Fue precisamente en Río de Janeiro, sede de la Reunión Internacional sobre el Medio Ambiente, hace exactamente 15 años, donde denuncié con vehemencia, en un discurso de 7 minutos los peligros medioambientales que amenazaban la existencia de nuestra especie. En aquella reunión estaba presente Bush padre como presidente de Estados Unidos, que en gesto de cortesía aplaudió aquellas palabras, igual que todos los demás presidentes.

Nadie en Camp David ha respondido a la cuestión fundamental. ¿Dónde y quiénes van a suministrar los más de 500 millones de toneladas de maíz y otros cereales que Estados Unidos, Europa y los países ricos necesitan para producir la cantidad de galones de etanol que las grandes empresas norteamericanas y de otros países exigen como contrapartida de sus cuantiosas inversiones? ¿Dónde y quiénes van a producir la soya, las semillas de girasol y colza, cuyos aceites esenciales esos mismos países ricos van a convertir en combustible?

Un número de países producen y exportan sus excedentes de alimentos. El balance entre exportadores y consumidores era ya tenso, disparando los precios de los mismos. En aras de la brevedad, no me queda otra alternativa que limitarme a señalar lo siguiente:

Los cinco principales productores de maíz, cebada, sorgo, centeno, mijo y avena que Bush quiere convertir en materia prima para producir etanol, suministran al mercado mundial, según datos recientes, 679 millones de toneladas. A su vez, los cinco principales consumidores, algunos de los cuales son también productores de estos granos, necesitan actualmente 604 millones de toneladas anuales. El excedente disponible se reduce a menos de 80 millones de toneladas.

Este colosal derroche de cereales para producir combustible, sin incluir las semillas oleaginosas, sólo serviría para ahorrarles a los países ricos menos del 15 por ciento del consumo anual de sus voraces automóviles.

Bush en Camp David ha declarado su intención de aplicar esta fórmula a nivel mundial, lo cual no significa otra cosa que la internacionalización del genocidio.

El Presidente de Brasil, en su mensaje publicado por The Washington Post, víspera del encuentro en Camp David, afirmó que menos del uno por ciento de la tierra cultivable brasileña se dedica a la caña para producir etanol. Esa superficie es casi el triple que la que se empleaba en Cuba cuando se producían casi 10 millones de toneladas de azúcar, antes de la crisis de la URSS y del cambio climático.

Nuestro país lleva más tiempo produciendo y exportando azúcar, primero a base del trabajo de los esclavos, que llegaron a sumar más de 300 mil en los primeros años del siglo XIX y convirtieron la colonia española en el primer exportador del mundo. Casi cien años después, a principios del siglo XX, en la república mediatizada, cuya independencia plena frustró la intervención norteamericana, sólo inmigrantes antillanos y cubanos analfabetos cargaban el peso del cultivo y el corte de la caña. La tragedia de nuestro pueblo era el llamado tiempo muerto, por el carácter cíclico de este cultivo. Las tierras cañeras eran propiedad de empresas norteamericanas o de grandes terratenientes de origen cubano. Hemos acumulado, por tanto, más experiencia que nadie sobre el efecto social de ese cultivo.

El pasado domingo primero de abril, la CNN informaba la opinión de especialistas brasileños, quienes afirman que muchas de las tierras dedicadas al cultivo de la caña han sido adquiridas por norteamericanos y europeos ricos.

En mis reflexiones publicadas el 29 de marzo expliqué los efectos del cambio climático en Cuba, a lo que se añaden otras características tradicionales de nuestro clima.

En nuestra isla, pobre y lejos del consumismo, no habría siquiera personal suficiente para soportar los duros rigores del cultivo y la atención a los cañaverales en medio del calor, las lluvias, o las sequías crecientes. Cuando azotan los ciclones, ni siquiera las máquinas más perfectas pueden cosechar las cañas acostadas y retorcidas. Durante siglos no se acostumbraba a quemarlas, ni el suelo se compactaba bajo el peso de complejas máquinas y enormes camiones; los fertilizantes nitrogenados, potásicos y fosfóricos, hoy costosísimos, ni siquiera existían, y los meses secos y húmedos se alternaban regularmente. En la agricultura moderna no hay rendimientos elevados posibles sin rotación de cultivos.

La Agencia Francesa de Prensa transmitió el domingo primero de abril informaciones preocupantes sobre el cambio climático, que expertos reunidos por Naciones Unidas consideran algo ya inevitable y de graves consecuencias en las próximas décadas.

«El cambio climático afectará al continente americano de forma importante, al generar más tormentas violentas y olas de calor, que en Latinoamérica provocarán sequías, con extinción de especies e incluso hambre, según el informe de la ONU que debe aprobarse la próxima semana en Bruselas.

«Al final del actual siglo, cada hemisferio sufrirá problemas de agua y, si los gobiernos no toman medidas, el aumento de temperaturas podría incrementar los riesgos de "mortalidad, contaminación, catástrofes naturales y enfermedades infecciosas", advierte el Grupo Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC).

«En Latinoamérica, el calentamiento ya está derritiendo los glaciares de los Andes y amenaza al bosque del Amazonas, cuyo perímetro se puede ir convirtiendo en una sabana», continúa afirmando el cable.

«A causa de la gran cantidad de población que vive cerca de las costas, Estados Unidos también se expone a fenómenos naturales extremos, como demostró el huracán Katrina el año 2005.

«Este es el segundo informe del IPCC de una serie de tres, que se abrió el pasado febrero con una primera diagnosis científica donde se establecía la certeza del cambio climático.

«En esta segunda entrega de 1 400 páginas, en la que se analiza el cambio por sectores y regiones y del que la AFP ha obtenido una copia, se considera que, aunque se tomen medidas radicales para reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, el aumento de temperaturas en todo el planeta en las próximas décadas ya es seguro», concluye la información de la agencia francesa de noticias.

Como era de esperar, Dan Fisk, asesor de Seguridad Nacional para la región, declaró el propio día de la reunión de Camp David que «en la discusión de asuntos regionales, el tema de Cuba sería uno de ellos y no precisamente para abordar el tema del etanol -sobre el cual el Presidente convaleciente Fidel Castro escribió un artículo el jueves- sino sobre el hambre que ha creado en el pueblo cubano».

Por la necesidad de dar respuesta a este caballero, me veo en el deber de recordarle que el índice de mortalidad infantil en Cuba es menor que el de Estados Unidos. Puede asegurarse que no existe ciudadano alguno sin asistencia médica gratuita. Todo el mundo estudia y nadie carece de oferta de trabajo útil, a pesar de casi medio siglo de bloqueo económico y el intento de los gobiernos de los Estados Unidos de rendir por hambre y asfixia económica al pueblo cubano.

China jamás emplearía una sola tonelada de cereales o de leguminosas para producir etanol. Se trata de una nación de economía próspera que bate récords de crecimiento, donde ningún ciudadano deja de recibir los ingresos necesarios para bienes esenciales de consumo, a pesar de que un 48 por ciento de su población, que supera los 1 300 millones de habitantes, trabaja en la agricultura. Por el contrario, se ha propuesto hacer considerables ahorros de energía eliminando miles de fábricas que consumen cifras inaceptables de electricidad e hidrocarburos. Muchos de los alimentos mencionados los importa desde cualquier rincón del mundo después de transportarlos miles de kilómetros.

Decenas y decenas de países no producen hidrocarburos y no pueden producir maíz y otros granos, ni semillas oleaginosas, porque el agua no les alcanza ni para cubrir sus necesidades más elementales.

En una reunión convocada en Buenos Aires por la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores sobre la producción de etanol, el holandés Loek Boonekamp, director de Mercados y Comercio Agrícola de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), declaró a la prensa que:

«Los gobiernos se entusiasmaron mucho; deberían tener una mirada fría acerca de si debe haber apoyo tan robusto al etanol.

«La producción de etanol sólo es viable en Estados Unidos; en ningún otro país, salvo que se apliquen subsidios.

«Esto no es maná del cielo y no nos tenemos que comprometer ciegamente», prosigue el cable.

«Hoy los países desarrollados impulsan que los combustibles fósiles sean mezclados con biocombustibles en cerca del 5 por ciento y eso ya presiona los precios agrícolas. Si ese corte se elevara a 10 por ciento, se necesitaría 30 por ciento de la superficie sembrada en Estados Unidos y 50 por ciento de la de Europa. Por eso pregunto si esto es sustentable. El aumento de la demanda de cultivos para etanol producirá precios más altos e inestables».

Las medidas proteccionistas se elevan hoy a 54 centavos por galón y los subsidios reales alcanzan cifras mucho más altas.

Aplicando la sencilla aritmética que aprendimos en el preuniversitario, se comprobaría que el simple cambio de los bombillos incandescentes por fluorescentes, como expresé en mi reflexión anterior, aportaría un ahorro de inversión y de recursos energéticos equivalente a millones de millones de dólares, sin utilizar una sola hectárea de tierra agrícola.

Mientras tanto, noticias públicas procedentes de Washington afirman textualmente a través de la AP:

«La misteriosa desaparición de millones de abejas en todo Estados Unidos tiene a los apicultores al borde del ataque de nervios y preocupa incluso al Congreso, que debatirá este jueves la crítica situación de un insecto clave para el sector agrícola.

«Las primeras señales serias de este enigma surgieron poco después de las Navidades en el estado de la Florida, cuando los apicultores se encontraron con que las abejas se habían esfumado.

«Desde entonces, el síndrome que los expertos han bautizado como Problema del Colapso de las Colonias (CCD, por sus siglas en inglés), ha mermado en un 25 por ciento los enjambres del país.

«Hemos perdido más de medio millón de colonias, con una población de alrededor de 50 mil abejas cada una, dijo Daniel Weaver, presidente de la Federación Estadounidense de Apicultores, quien apuntó que el mal afecta a unos 30 de los 50 estados del país. Lo curioso del fenómeno es que en muchos casos no se encuentran restos mortales.

«Los laboriosos insectos polinizan cultivos valorados entre 12 mil y 14 mil millones de dólares, según un estudio de la Universidad de Cornell.

«Los científicos barajan todo tipo de hipótesis, entre ellas la de que algún pesticida haya provocado daños neurológicos a las abejas y alterado su sentido de la orientación. Otros culpan a la sequía, e incluso a las ondas de los teléfonos móviles, pero lo cierto es que nadie sabe a ciencia cierta cuál es el verdadero desencadenante».

Lo peor puede estar por venir: una nueva guerra para asegurar los suministros de gas y petróleo, que coloque la especie humana al borde del holocausto total.

Hay órganos de prensa rusos que, invocando fuentes de inteligencia, han informado que la guerra contra Irán viene siendo preparada en todos sus detalles desde hace más de tres años, el día en que el gobierno de Estados Unidos decidió ocupar totalmente Iraq, desatando una interminable y odiosa guerra civil.

Mientras tanto, el gobierno de Estados Unidos destina cientos de miles de millones al desarrollo de armas de tecnología altamente sofisticada, como las que utilizan sistemas microelectrónicos, o nuevas armas nucleares que podrían estar sobre los objetivos una hora después de recibir la orden.

Estados Unidos ignora olímpicamente que la opinión mundial está contra todo tipo de armas nucleares.

Demoler hasta la última fábrica iraní es una tarea técnica relativamente fácil para un poder como el de Estados Unidos. Lo difícil puede venir después, si una nueva guerra se desata contra otra creencia musulmana que merece todo nuestro respeto, al igual que las demás religiones de los pueblos del Cercano, Mediano o Lejano Oriente, anteriores o posteriores al cristianismo.

El arresto de los soldados ingleses en aguas jurisdiccionales de Irán parece una provocación exactamente igual a la de los llamados «Hermanos al Rescate», cuando violando las órdenes del presidente Clinton avanzaban sobre las aguas de nuestra jurisdicción y la acción defensiva de Cuba, absolutamente legítima, sirvió de pretexto al gobierno de Estados Unidos para promulgar la famosa Ley Helms-Burton, que viola la soberanía de otros países. Poderosos medios masivos de publicidad han sepultado en el olvido aquel episodio. No son pocos los que atribuyen el precio del petróleo de casi 70 dólares, alcanzado el lunes, a los temores de un ataque a Irán.

¿De dónde sacarán los países pobres del Tercer Mundo los recursos mínimos para sobrevivir?

No exagero ni uso palabras desmesuradas, me atengo a los hechos.

Como puede observarse, son muchas las caras oscuras del poliedro.

3 de abril del 2007

Fidel Castro Ruz


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Condenados a muerte prematura por hambre y sed más de 3 mil millones de personas en el mundo

No se trata de una cifra exagerada; es más bien cautelosa. En eso he meditado bastante después de la reunión del presidente Bush con los fabricantes norteamericanos de automóviles.

La idea siniestra de convertir los alimentos en combustible quedó definitivamente establecida como línea económica de la política exterior de Estados Unidos el pasado lunes 26 de marzo.

Un cable de la AP, agencia de información norteamericana que llega a todos los rincones del mundo, dice textualmente:

«WASHINGTON, 26 de marzo (AP). El presidente George W. Bush elogió el lunes los beneficios de los automóviles que funcionan con etanol y biodiesel, durante una reunión con fabricantes de vehículos, en la que buscó dar impulso a sus planes de combustibles alternativos.

«Bush dijo que un compromiso de los líderes de la industria automotriz nacional para duplicar su producción de vehículos a combustible alternativo ayudaría a que los automovilistas abandonen los motores que funcionan con gasolina y reduzcan la dependencia del país respecto del petróleo de importación.

«Este es un gran avance tecnológico para el país', dijo Bush tras inspeccionar tres vehículos a combustible alternativo. Si la nación quiere reducir el consumo de gasolina, el consumidor debe estar en posibilidad de tomar una decisión racional.

«El Presidente instó al Congreso a avanzar rápido en una legislación que el gobierno propuso recientemente para ordenar el uso de 132 000 millones de litros (35 000 millones de galones) de combustibles alternativos para el 2017 y para imponer estándares más exigentes de ahorro de combustible en los automóviles.

«Bush se reunió con el presidente de consejo y director general de General Motors Corp, Rich Wagoner; el director general de Ford Motor Co., Alan Mulally y el director general del grupo Chrysler de Daimler Chrysler AG, Tom LaSorda.

«Los participantes en el encuentro discutieron medidas para apoyar la producción de vehículos a combustible alternativo, intentos para desarrollar el etanol a partir de fuentes como el césped o el serrín, y una propuesta para reducir en un 20% el consumo de gasolina en 10 años.

«Las discusiones se realizaron en un momento en que han subido los precios de la gasolina. El estudio más reciente de la organización Lundberg Survey señaló que el precio promedio nacional de la gasolina ha subido 6 centavos por galón (3,78 litros) en las últimas dos semanas, a 2,61 dólares.»

Pienso que reducir y además reciclar todos los motores que consumen electricidad y combustible es una necesidad elemental y urgente de toda la humanidad. La tragedia no consiste en reducir esos gastos de energía, sino en la idea de convertir los alimentos en combustible.

Hoy se conoce con toda precisión que una tonelada de maíz sólo puede producir 413 litros de etanol como promedio, de acuerdo con densidades, lo que equivale a 109 galones.

El precio promedio del maíz en los puertos de Estados Unidos se eleva a 167 dólares la tonelada. Se requieren por tanto 320 millones de toneladas de maíz para producir 35 000 millones de galones de etanol.

Según datos de la FAO, la cosecha de maíz de Estados Unidos en el año 2005 se elevó a 280,2 millones de toneladas.

Aunque el Presidente hable de producir combustible a partir de césped o virutas de madera, cualquiera comprende que son frases carentes en absoluto de realismo. Entiéndase bien: ¡35 000 millones de galones significan un 35 seguido de nueve ceros!

Vendrán después bellos ejemplos de lo que en la productividad por hombre y por hectárea alcanzan los experimentados y bien organizados agricultores de Estados Unidos: el maíz convertido en etanol; los residuos de ese maíz convertidos en alimento animal con 26% de proteína; el excremento del ganado utilizado como materia prima para la producción de gas. Desde luego, esto es después de cuantiosas inversiones al alcance sólo de las empresas más poderosas, en las que todo se tiene que mover sobre la base de consumo de electricidad y combustible. Aplíquese esta receta a los países del Tercer Mundo y verán cuántas personas dejarán de consumir maíz entre las masas hambrientas de nuestro planeta. O algo peor: présteseles financiamiento a los países pobres para producir etanol del maíz o de cualquier otro tipo de alimento y no quedará un árbol para defender la humanidad del cambio climático.

Otros países del mundo rico tienen programado usar no sólo maíz, sino también trigo, semillas de girasol, de colza y otros alimentos para dedicarlos a la producción de combustible. Para los europeos, por ejemplo, sería negocio importar toda la soya del mundo a fin de reducir el gasto en combustible de sus automóviles y alimentar a sus animales con los residuos de esa leguminosa, especialmente rica en todos los tipos de aminoácidos esenciales.

En Cuba, los alcoholes se producían como subproducto de la industria azucarera, después de hacerle tres extracciones de azúcar al jugo de caña. El cambio de clima está afectando ya nuestra producción azucarera. Grandes sequías se vienen alternando con lluvias récord, que apenas permiten producir azúcar durante cien días con rendimientos adecuados en los meses de nuestro muy moderado invierno, de modo que falta azúcar por tonelada de caña o falta caña por hectárea debido a las prolongadas sequías en los meses de siembra y cultivo.

En Venezuela, tengo entendido que usarían el alcohol no para exportar, sino para mejorar la calidad medioambiental de su propio combustible. Por ello, independientemente de la excelente tecnología brasileña para producir alcohol, en Cuba el empleo de tal tecnología para la producción directa de alcohol a partir del jugo de caña no constituye más que un sueño o un desvarío de los que se ilusionan con esa idea. En nuestro país, las tierras dedicadas a la producción directa de alcohol pueden ser mucho más útiles en la producción de alimentos para el pueblo y en la protección del medio ambiente.

Todos los países del mundo, ricos y pobres, sin excepción alguna, podrían ahorrarse millones de millones de dólares en inversión y combustible simplemente cambiando todos los bombillos incandescentes por bombillos fluorescentes, algo que Cuba ha llevado a cabo en todos los hogares del país. Eso significaría un respiro para resistir el cambio climático sin matar de hambre a las masas pobres del mundo.

Como puede observarse, no uso adjetivos para calificar al sistema y a los dueños del mundo. Esa tarea la saben hacer excelentemente bien los expertos en información y los hombres de ciencias socioeconómicas y políticas honestos que en el mundo abundan y que constantemente hurgan en el presente y el porvenir de nuestra especie. Basta una computadora y el creciente número de redes de Internet.

Hoy conocemos por primera vez una economía realmente globalizada y una potencia dominante en el terreno económico, político y militar, que en nada se parece a la Roma de los emperadores.

Algunos se preguntarán por qué hablo de hambre y sed. Respondo: no se trata de la otra cara de una moneda, sino de varias caras de otra pieza, como pueden ser un dado con seis caras, o un poliedro con muchas más caras.

Acudo en este caso a una agencia oficial de noticias, fundada en 1945 y generalmente bien informada sobre los problemas económicos y sociales del mundo: la TELAM. Textualmente, dijo:

«Cerca de 2 mil millones de personas habitarán dentro de apenas 18 años en países y regiones donde el agua sea un recuerdo lejano. Dos tercios de la población mundial podrían vivir en lugares donde esa escasez produzca tensiones sociales y económicas de tal magnitud que podrían llevar a los pueblos a guerras por el preciado 'oro azul'.

«Durante los últimos 100 años, el uso del agua ha aumentado a un ritmo más de dos veces superior a la tasa de crecimiento de la población.

«Según las estadísticas del Consejo Mundial del Agua (WWC, por sus siglas en inglés), se estima que para el 2015 el número de habitantes afectados por esta grave situación se eleve a 3,500 millones de personas.

«La Organización de Naciones Unidas celebró el 23 de marzo el Día Mundial del Agua, llamando a enfrentar desde ese mismo día la escasez mundial del agua bajo la coordinación de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con el objetivo de destacar la creciente importancia de la falta de agua a nivel mundial y la necesidad de una mayor integración y cooperación que permitan garantizar una gestión sostenida y eficiente de los recursos hídricos.

«Muchas regiones del planeta sufren una escasez severa de agua, viviendo con menos de 500 metros cúbicos por persona por año. Cada vez son más las regiones que padecen la falta crónica del vital elemento.

«Principales consecuencias de la escasez de agua son la insuficiente cantidad de ese precioso líquido para la producción de alimentos, la imposibilidad de desarrollo industrial, urbano y turístico y problemas de salud.»

Hasta aquí el cable de TELAM.

Dejo de mencionar en este caso otros importantes hechos, como los hielos que se derriten en Groenlandia y en la Antártica, los daños en la capa de ozono y la creciente cantidad de mercurio en muchas especies de peces de consumo habitual.

Hay otros temas que pueden abordarse, pero simplemente pretendo con estas líneas hacer un comentario sobre la reunión del presidente Bush con los ejecutivos principales de compañías automotrices norteamericanas.

Marzo 28 del 2007


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Respuesta al Mensaje de la Juventud Comunista

Queridos compañeros:

Leí con emoción el mensaje. Ninguno de ustedes había nacido cuando la Revolución triunfó. Las ideas tan bellamente expresadas en él brotaron del surco más profundo de la historia. Sus raíces se sustentan en cada acto de sacrificio y heroísmo de un pueblo admirable, que supo enfrentar todos los obstáculos. Se insertan igualmente en el ejemplo y los valores creados por otros pueblos.

¿Para qué sirve la vida sin ideas? Martí dijo: "Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra." ¿Acaso nacen las ideas con un hombre? ¿Acaso mueren con este? Surgieron a lo largo de la vida de la especie humana. Durarán lo que dure nuestra especie. Nunca antes esta se vio tan amenazada por la combinación del subdesarrollo político de la sociedad y las creaciones de la tecnología, que parecen no tener límites y se van más allá de toda racionalidad en su capacidad de autodestrucción. Guerras de exterminio, cambios de clima, hambre, sed, desigualdades, nos rodean por todas partes.

El ser humano necesita aferrarse a una esperanza, buscar en la propia ciencia una oportunidad de supervivencia, y es justo buscarla y ofrecérsela. En ese futuro no tendrían espacio posible las horribles injusticias que el sistema capitalista desarrollado ofrece hoy junto a una tiranía mundial.

"Ser o no ser" -creo que dijo Shakespeare en uno de sus dramas. Esa es la alternativa de los jóvenes. Cualquier otra cosa sería vivir en el más idílico de los mundos algunas decenas de años, que en la Historia del Tiempo no serían más que unos segundos.

Si los jóvenes fallan, todo fallará. Es mi más profunda convicción que la juventud cubana luchará por impedirlo. Creo en ustedes.

Fidel Castro Ruz

23 de junio de 2007.

12:30 p.m.


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El Buen Dios me protegió de Bush

Una inusual noticia apareció hace unos minutos a través de EFE y de REUTERS. Me atengo a la versión española: «Un día, el Buen Dios se llevará a Fidel Castro.»

Esto no lo declaró en una piadosa iglesia. Tal como hizo en West Point, donde pronunció la famosa frase de lo que debían esperar decenas de oscuros rincones del mundo, nuestro hombre habló en la Academia de la Marina de Guerra ubicada en Newport. Respondía a una pregunta, claramente elaborada, sobre la situación en Latinoamérica que le hizo un graduado colombiano de la Academia. ¡Qué casualidad!

De inmediato, cual si estuviera ansioso por decir algo sobre Cuba y quejoso a la vez con el Buen Dios, añadió: «Sólo hay un país antidemocrático en nuestra vecindad y ese es Cuba. Creo firmemente que los cubanos deben vivir en una sociedad libre. Nos interesa que Cuba sea libre y les interesa a ellos que no tengan que vivir bajo una forma de gobierno anticuada que es represivo.»

Antes había prometido: «Seguiremos presionando a favor de la libertad en Cuba.»

Ni corto ni perezoso, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca Gordon Johndroe, al preguntársele si Bush deseaba la muerte de Castro, respondió: «El Presidente estaba hablando de un acontecimiento inevitable.» Pareciera que el genial funcionario y su jefe van a vivir miles de años.

Ahora comprendo por qué sobreviví a los planes de Bush y de los presidentes que ordenaron asesinarme: el Buen Dios me protegió.

Fidel Castro Ruz

28 de junio del 2007

6:32 p.m.


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La opinión unánime

En el VI Encuentro Hemisférico de La Habana, cuando se discutió el tema de la producción de biocombustibles a partir de alimentos, que son cada vez más caros, la inmensa mayoría se opuso con indignación. Pero era indiscutible que algunas personalidades de prestigio, autoridad y buena fe habían sido ganadas por la idea de que la biomasa del planeta alcanzaba para ambas cosas en un tiempo relativamente breve, sin pensar en la urgencia de producir los alimentos que, ya escasos de por sí, servirían de materia prima para el etanol y el agrodiésel.

Cuando, en cambio, se abrió a debate el tema de los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos, participaron varias decenas de personas, y todas condenaron unánimemente tanto las formas bilaterales como multilaterales de tales acuerdos con la potencia imperial.

Tomando en cuenta la necesidad de espacio, vuelvo a utilizar el método de la síntesis para exponer tres intervenciones elocuentes de personalidades latinoamericanas que expresaron conceptos de enorme interés y lo hicieron con gran claridad y peculiaridad. Se respetan, como en todas las síntesis de las Reflexiones anteriores, las formas exactas de exposición de los autores.

Alberto Arroyo (México, Red mexicana de Acción contra el Libre Comercio).

Yo quisiera compartir con ustedes los nuevos planes del imperio y tratar de alertar al resto del continente de algo nuevo que está surgiendo o que está avanzando como una nueva estrategia a una nueva etapa de la ofensiva de Estados Unidos. El NAFTA o el TLC de América del Norte fue simplemente el primer paso de algo que quiere para todo el continente.

El nuevo intento parece no tomar en cuenta la derrota que ha significado el no poder lograr el ALCA, el que, incluso, en su Plan "B" reconoce que no puede sacar lo que él llama el ALCA integral simultáneamente con todos los países del continente; va a intentar ir, por pedazos, negociando bilateralmente Acuerdos de Libre Comercio.

Con Centroamérica logró firmarlo, pero Costa Rica no lo ha ratificado. En el caso de la zona andina, no logra ni siquiera sentar a la mesa al conjunto de los países, sino solo a dos, y con esos dos no ha podido terminar las negociaciones.

¿Qué es lo nuevo del ASPAN (Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte)? Tres cosas que me parecen fundamentales:

Primera: Fortalecer los esquemas militares y de seguridad para enfrentar la resistencia de los pueblos es precisamente su reacción ante el triunfo del movimiento que le detiene sus planes.

No es solamente ubicar bases militares en las zonas de peligro o en las zonas con altos recursos naturales estratégicos, sino tratar de crear una coordinación estrecha, con planes concertados con los países, para mejorar los esquemas de seguridad que son una forma de enfrentar, como si fueran criminales, a los movimientos sociales.

Este es el primer aspecto novedoso.

Segundo elemento, que me parece también una novedad: los grandes actores de todo este esquema neoliberal siempre lo fueron directamente las transnacionales. Los gobiernos, particularmente el gobierno de Estados Unidos, eran los voceros, los que llevaban formalmente las negociaciones, pero realmente los intereses que estaban defendiendo eran directamente los de las corporaciones. Eran los grandes actores ocultos detrás de los TLC y detrás del proyecto del ALCA.

La novedad en el nuevo esquema del ASPAN es que estos actores salen de la oscuridad, pasan al primer plano y se invierte esta relación: los grupos empresariales directamente hablando entre sí, con presencia de los gobiernos, que luego van a tratar de traducir en políticas, en cambios de reglamentos, en cambios de leyes, etcétera, sus acuerdos. Ya no les bastó con privatizar las empresas públicas; están privatizando la política como tal. Los empresarios nunca habían sido directamente los que definían la política económica.

El ASPAN comienza en una reunión, llamada, digamos, "Un encuentro para la prosperidad de América del Norte", que eran encuentros trinacionales de empresarios.

De los acuerdos operativos que están tomando en el ASPAN, uno es crear comités trinacionales, de lo que ellos llaman "los capitanes de la industria", por sectores, para que definan un plan estratégico de desarrollo del sector en la región de América del Norte. Es decir, la Ford se multiplica o se divide entre tres: la Ford directamente corporativa en Estados Unidos, subgerente de la Ford en México, subgerente de la Ford en Canadá, y deciden cuál es la estrategia para el sector automotriz en América del Norte. Es la corporación Ford hablando con un espejo, con sus empleados, con los directores de las automotrices en Canadá y en México, para acordar el plan estratégico que les presentan a los gobiernos para que lo traduzcan y lo implementen en políticas económicas concretas.

Hay un esquema de incorporar el aspecto de seguridad; segundo punto, privatizar directamente las negociaciones; y el tercer aspecto novedoso de este esquema es quizás, para recordar una frase de nuestros abuelos clásicos, aquella frase de Engels en que planteaba que cuando con los mecanismos de la democracia formal el pueblo puede estar a punto de tomar el poder, como el cero en el termómetro o el 100, cambian las reglas del juego: el agua, o se congela o entra en ebullición, y a pesar de estar hablando de las democracias burguesas, los primeros que van a romper con las reglas son ellos.

Los Tratados de Libre Comercio tienen que pasar por los congresos, y el hecho es que cada vez tienen más dificultades para ser ratificados por los congresos, incluido el Congreso del imperio, el Congreso de Estados Unidos.

Están hablando de que esto no es un tratado internacional, por tanto, no tiene que pasar por los congresos. Como sí tocan temas que trastocan el marco legal en nuestros países, van a ir presentando pedacitos; deciden una modificación a una legislación en un momento, en otro momento a otra; se implementan decretos del ejecutivo, cambios de normas operativas, normas de funcionamiento, estándares, nunca el paquete entero.

Los Tratados de Libre Comercio, a pesar de que se negociaron a espaldas de nosotros y a espaldas en general de todos los pueblos, tarde o temprano se traducen en un texto escrito que va a los congresos y sabemos qué pactaron. Pretenden que nunca sepamos qué pactaron, no vamos a ir viendo más que pedacitos de la estrategia, porque nunca se va a traducir en un texto integrado.

Voy a terminar con una anécdota, para que nos demos cuenta, en el aspecto de seguridad, a qué grado de sofisticación han llegado los acuerdos y los mecanismos operativos de integración de los aparatos de seguridad.

Hace un tiempo sale un avión de Toronto hacia México con turistas que van a Puerto Vallarta de vacaciones. Cuando estaba el avión en la pista, revisando un poco más minuciosamente la lista de pasajeros, descubren que está alguien de la lista de terroristas de Bush.

Apenas entra el avión al espacio aéreo norteamericano -que de Toronto al espacio aéreo norteamericano no tiene más que pasar los Grandes Lagos, no es más, y en un jet esto es unos cuantos minutos-, y ya estaban dos F-16 al lado del avión. Lo sacan del espacio aéreo norteamericano, escoltan el avión hasta territorio mexicano, lo hacen aterrizar en la parte militar del aeropuerto y apresan al señor este, y a su familia la regresan.

Ustedes imaginen la sensación de los pobres 200 turistas que estaban allí, ver al lado del avión a dos F-16 armados que lo sacan de ruta.

Luego resulta que no era el terrorista que ellos esperaban, y le dicen: "Usted perdone, puede seguir de vacaciones, y llame a su familia para que venga a acompañarlo."

JORGE CORONADO (Costa Rica, Alianza Social Continental)

La lucha contra el libre comercio en la región tiene diversos aspectos. Uno de los proyectos más avasalladores que se han planteado de infraestructura, de apropiación de nuestra biodiversidad, es el Plan Puebla-Panamá, una estrategia que no es solo de apropiación de nuestros recursos, sino parte de una estrategia militar del imperio que va desde el sur de México hasta Colombia, pasando por Centroamérica.

En la lucha contra las represas hidroeléctricas, que desplaza y violenta los territorios indígenas y campesinos, hemos tenido casos en los que, a punta de represión militar, han desplazado diversas comunidades indígenas y campesinas de la región.

Tenemos el componente de la lucha contra la minería. Transnacionales canadienses, europeas, estadounidenses han seguido esta estrategia de apropiación.

Hemos venido enfrentando la privatización de los servicios públicos: energía eléctrica, agua, telecomunicaciones; la lucha en el sector campesino por la defensa de las semillas, contra el patentamiento de seres vivos y contra la pérdida de la soberanía frente a los transgénicos.

Hemos venido luchando contra la flexibilidad laboral, uno de los ejes orientados al sector y, obviamente, contra todo el desmantelamiento de nuestra pequeña producción campesina.

También, la lucha contra el tema de la propiedad intelectual, que priva a nuestra seguridad del uso de medicinas genéricas, que son el principal eje de distribución que tienen nuestros institutos de seguridad social en la región.

Un factor central en esta lucha contra el libre comercio ha sido contra los Tratados de Libre Comercio y, particularmente, contra los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos, aprobados en Guatemala, en Honduras, El Salvador y Nicaragua a sangre y fuego. Y eso no es una frase retórica.

En Guatemala, compañeros luchadores han caído asesinados enfrentándose a la aprobación del mismo. Esa lucha nos ha permitido garantizar un eje articulador y movilizador de la más vasta unidad del movimiento popular en la región.

En el caso del Parlamento hondureño, los diputados se fueron del Parlamento, rompiendo el marco mínimo de la legalidad institucional.

Hemos dicho, dentro del seno del movimiento popular, que no significa una derrota. Hemos perdido una batalla, pero esto ha permitido un salto cualitativo en organización, en unidad y en experiencia de lucha contra el libre comercio.

El Movimiento Social Popular y el pueblo de Costa Rica, que han impedido hasta el día de hoy la aprobación del TLC en Costa Rica, forjando una unidad con diversos sectores académicos, políticos y hasta empresariales, para crear un gran frente nacional de lucha diverso y heterogéneo, hasta hoy han logrado parar al gobierno costarricense, a la derecha neoliberal, que no ha podido aprobar el TLC. Hoy se está planteando la posibilidad de que el tema del TLC en Costa Rica se defina en un referendo.

Estamos a las puertas de una jornada fundamental en Costa Rica en términos de poder impedir el avance de la agenda neoliberal; una derrota de este tratado significaría, simbólicamente, seguir sumando victorias, como ha sido estancar y detener el ALCA.

Hoy requerimos de la solidaridad del movimiento popular, hoy les solicitamos a las organizaciones sociales y populares que lleguen a Costa Rica como observadores internacionales. La derecha se prepara para estimular, si es posible, un fraude que le garantice ganar una pelea que la tiene perdida, y el tener observadores internacionales desde el movimiento popular, va a ser un aporte importante de solidaridad activa y militante con nuestra lucha.

Hoy, después de un año, en ningún país de Centroamérica el TLC ha traído ni más empleo, ni más inversión, ni mejores condiciones de la balanza comercial.

Hoy lanzamos la consigna, en toda la región, de reforma agraria, de soberanía y seguridad alimentaria, como un eje central para nuestros países eminentemente agrícolas.

Hoy quieren, ya no solo Estados Unidos, sino los europeos, apropiarse de una de las regiones más ricas en biodiversidad y más ricas en recursos naturales.

Hoy más que nunca el eje articulador de nuestros diversos movimientos en la región centroamericana es enfrentar al libre comercio en sus múltiples manifestaciones, y este encuentro ojalá ayude a darnos elementos de articulación, ejes de lucha, ejes de acción conjunta, que nos permitan en todo el hemisferio avanzar como una sola fuerza popular.

No cejaremos en nuestros esfuerzos de organización y de lucha hasta alcanzar un nuevo mundo.

JAIME ESTAY (Chile, coordinador de la Red de Estudios de Economía Mundial, REDEM, y actualmente profesor de la Universidad de Puebla en México).

Esta crisis tiene que ver, en definitiva, con un incumplimiento manifiesto de las promesas que acompañaron al conjunto de reformas que se empezaron a aplicar en América Latina desde los años ochenta.

Bajo la bandera del libre comercio se nos dijo que íbamos a lograr que nuestras economías crecieran, que íbamos a lograr disminuir los niveles de desigualdad dentro de nuestros países, las distancias entre nuestros países y el mundo avanzado, y, en definitiva, que íbamos a lograr los saltos hacia el desarrollo. En algunos países se llegó a hablar de los saltos hacia el Primer Mundo.

En lo que respecta a la nueva integración o a este regionalismo abierto que echó a andar hace ya más de 15 años, lo que se planteó era poner la integración latinoamericana, o aquello que hemos calificado como integración latinoamericana, al servicio de la apertura.

Se desarrolló todo un discurso en el sentido de que había que hacer una integración para abrir, una integración que ya no fuera la vieja integración proteccionista, sino una integración a través de la cual lográramos las mejores condiciones para insertarnos en esta economía global, en estos mercados que, supuestamente, al funcionar de manera libre, iban a arrojar los mejores resultados posibles para nuestros países.

Esa relación entre integración y apertura, esa idea de que el objetivo supremo de la integración tenía que ser la apertura de nuestros países, efectivamente se cumplió, efectivamente nuestros países se abrieron, y efectiva y desgraciadamente lo central de la integración latinoamericana consistió en ponerla al servicio de esa apertura.

Algunos funcionarios hablaron de lo que llamaban la "etapa pragmática de la integración". Avancemos como podamos, era un poco la consigna. Si lo que queremos es comerciar más, centrémonos en comerciar más; si lo que queremos es firmar una multitud de pequeños acuerdos entre países, acuerdos bilaterales o entre tres o cuatro países, avancemos por ese lado, y en algún momento a todo eso le podremos llamar integración latinoamericana.

El balance es claramente negativo. Creo que hay un reconocimiento, cada vez mayor en distintos niveles, de que lo que hemos llamado integración latinoamericana no es integración, es comercio; y no es latinoamericano, sino que más bien es una maraña de acuerdos firmados entre distintos países de la región, que de ninguna manera han dado lugar a un proceso que tenga un carácter efectivamente latinoamericano. La apertura, a cuyo servicio se supone que debíamos poner la integración, no ha arrojado ninguno de los resultados que se nos anunciaban en términos de crecimiento económico, de disminución de desigualdades y de logros del tan ansiado desarrollo que se decía que tenía que hacerse presente.

Lo que habría que destacar es que estamos asistiendo a un deterioro extremo de un estilo de integración que tenía muy claramente definido para qué, cómo y para quién se integraba.

En suma, de lo que estoy hablando es de una integración pensada desde los fundamentos del neoliberalismo, que ha fracasado, tanto en términos de sus propios objetivos como en términos de los objetivos que todos tenemos derecho a exigir y a esperar de un verdadero proceso de integración.

La nueva integración latinoamericana se apoyó fuertemente en las políticas y las propuestas que venían desde Washington. En buena medida, esas propuestas estadounidenses se han transformado en algo que termina comiéndose a su propia criatura. El solo hecho de firmar los Tratados de Libre Comercio pone en crisis tanto a la comunidad andina como también al Mercado Común Centroamericano.

Parte importante de la crisis de la actual integración latinoamericana tiene que ver con el avance del proyecto hemisférico estadounidense, no por la vía del ALCA, que logró ser frenado, sino por la vía de firmar distintos Tratados de Libre Comercio.

Se destaca más claramente en el actual panorama de la integración la aparición de alternativas. En muchos sentidos, el ALBA se sustenta en principios que son radicalmente distintos a los de esa integración que está en crisis.

Hay muchas funciones por definir y fronteras que delimitar: el significado que tienen conceptos tales como "libre comercio", "desarrollo nacional", "libertad de mercado", "seguridad y soberanía alimentaria", etcétera.

Lo que puede afirmarse es que estamos asistiendo, en el escenario hemisférico y latinoamericano, a una creciente insurgencia respecto al predominio del neoliberalismo.

Hasta aquí las opiniones expresadas por estas tres personalidades, que sintetizan las de los que participaron en el debate sobre los Tratados de Libre Comercio. Son puntos de vista muy sólidos a partir de una amarga realidad, que han enriquecido mis ideas.

Recomiendo a los lectores prestar atención a las complejidades de la actividad humana. Es la única forma de ver más lejos.

El espacio se agotó. No debo añadir hoy una palabra más.

Fidel Castro Ruz
16 de mayo del 2007
6 y 12 p.m.


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El imperio y la mentira

Reagan fue el creador de la Fundación Nacional Cubano-Americana, cuyo siniestro papel en el bloqueo y el terrorismo contra Cuba se revelaría años después cuando el gobierno de Estados Unidos desclasifica documentos secretos, aunque todavía llenos de bochornosas tachaduras. Si se hubieran conocido antes, no habría cambiado nuestra conducta.
Cuando llegó a Cuba la noticia el 30 de marzo de 1981 de que se había producido un atentado contra Reagan, con disparos de un arma de pequeño calibre le enviamos un mensaje expresándole nuestra condena al hecho. Una bala de plomo calibre 22 se alojó en uno de sus pulmones, causándole riesgos y sufrimientos personales. El mensaje está contenido en la conversación que por instrucciones precisas sostuvo el entonces ministro de Relaciones Exteriores, Isidoro Malmierca, con Wayne Smith, Jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana.
A continuación párrafos literales de la conversación entre ambos:
“ISIDORO MALMIERCA: Hemos procedido a convocarle y recibirle por encargo expreso del Presidente Fidel Castro. Él me pidió que le explicara, primero, nuestro reconocimiento por la información que usted nos ofreció a través del director Joaquín Más sobre el atentado que sufrió el presidente Reagan. Por otra parte queremos, también en nombre del Presidente Fidel Castro, expresarle cuánto lamentamos este hecho y también nuestra esperanza, nuestros votos de que el presidente Reagan pueda recuperarse de este atentado lo más pronto posible.
“WAYNE SMITH: Muchas gracias.

Al hablar en la Ciudad Deportiva aquel 11 de septiembre Fidel señaló que ninguno de los actuales problemas del mundo se pueden resolver por la fuerza. Baldrich“ISIDORO MALMIERCA: Hemos estado recibiendo informaciones acerca de la atención médica que le está siendo ofrecida. Inicialmente usted también recibió información de que parecían más sencillas las consecuencias del atentado, pero parece que es más grave, que está siendo sometido a una intervención quirúrgica.
“WAYNE SMITH: Sí. Nosotros tenemos la impresión de que fue operado ya, pero la operación dicen ahora por radio que la empiezan ahora, es probable que salga, digamos, dentro de una hora. Es decir, una operación de 3 horas no es nada sencillo y más en un hombre de 70 años. Dicen que no hay peligro. Yo interpreto eso como que no habrá peligro inmediato. Pero en un hombre de 70 años una operación de 3 horas es seria. Pero dicen que su situación no es grave, que es estable. Esperamos que todo salga bien. Agradezco sus votos y el interés y el mensaje del Presidente Fidel Castro.
“ISIDORO MALMIERCA: En Washington también el señor Frechette se dirigió a la Sección de Intereses de Cuba y nos trasladó datos sobre esta situación. Explicó que usted también había recibido información sobre esto. Bien, le repito que el Presidente Fidel Castro me encargó personalmente de conversar con usted y expresarle nuestros votos de que el presidente Reagan pueda recobrarse rápidamente de las consecuencias del atentado.
“WAYNE SMITH: Muchas gracias. ¡Dios mío! Es difícil esto. El Presidente Kennedy fue asesinado en Dallas y parece que el responsable del atentado a Reagan es de Dallas. Vive ahora en Colorado, pero es de Dallas. No sé qué...
“ISIDORO MALMIERCA: Yo leí en unos cables que había nacido cerca de Denver, a 30 kilómetros de Denver.
“WAYNE SMITH: Yo no sé. Uno de mis cónsules aquí en la Oficina me dijo que él había oído por radio que es un tipo que había estudiado en la misma escuela con él. No sé, tal vez habrá vivido unos años en Dallas. No sé qué es lo que tiene la atmósfera de Dallas.
“ISIDORO MALMIERCA: Dicen que son tres hermanos, hijos de un hombre que se dedica a negocios de petróleo.
“WAYNE SMITH: Su papá, sí. El es un tipo de 22 años, que era estudiante en la universidad de Yale, pero que había dejado sus estudios hace poco. Tal vez es un resentido, un joven que ha fracasado, que actuó por sentimiento. Hablando con toda franqueza, me alegro que sea un tipo como él y no, digamos, un puertorriqueño o algo así, que podría provocar implicaciones políticas.
“ISIDORO MALMIERCA: Las especulaciones sobre motivaciones políticas para hacer eso.
“WAYNE SMITH: Sí, eso podría innegablemente permitir estimular, alentar interpretaciones políticas. Un joven blanco, de Colorado, Texas; es muy difícil hacer interpretaciones políticas.
“ISIDORO MALMIERCA: Ha habido incluso ya algunas informaciones de la policía que dicen que es un hombre que actuó solo, sin vinculación con otros grupos...
“WAYNE SMITH: Sí, debe haber sido un loco o fanático, acercarse tanto al Presidente... Bueno, fue capturado enseguida. Sacó su pistola y disparó...
“ISIDORO MALMIERCA: ¿Brady murió?”
“WAYNE SMITH: No.
“ISIDORO MALMIERCA: Decían que había muerto.
“WAYNE SMITH: Sí. Hubo informes de que sí, que había muerto, pero últimamente han dicho que no, que está muy grave, pero no se murió. Me imagino que si hubiera sido de calibre 45 sí era de muerte, pero calibre 22 tiene ciertas posibilidades... Pero parece que recibió la bala en la cabeza, evidentemente en la cabeza... Eso no es nada bueno, no hay muchas esperanzas.
“ISIDORO MALMIERCA: Un balazo en la cabeza, de cualquier calibre, es algo muy grave.
“WAYNE SMITH: Brady está muy grave. Podría quedar vivo pero sería un vegetal.
“ISIDORO MALMIERCA: Lamento que nuestra entrevista haya sido provocada por un hecho tan lamentable.
“WAYNE SMITH: Le agradezco sus votos. Enviaré inmediatamente un cable avisando a mi gobierno de nuestra conversación. Le ruego que transmita al Presidente Fidel Castro mi agradecimiento.
No hago comentario alguno. La versión de Malmierca, redactada inmediatamente después del encuentro, habla por sí misma. Wayne Smith es hoy un firme luchador contra el bloqueo y las agresiones a Cuba.
Pero no concluye aquí la historia de nuestra conducta hacia el Presidente de un país que desde los días de Einsenhower elaboró cientos de planes para eliminarme físicamente.
Una información entregada muy confidencialmente en el verano de 1984 a un oficial responsable de la seguridad de los representantes cubanos en ONU alertaba sobre un plan de atentado contra el presidente Ronald Reagan, por parte de un grupo de extrema derecha en Carolina del Norte. Al conocerla, decidimos informar de inmediato a las autoridades norteamericanas. Nuestro oficial sugirió entregarla a través de Robert C. Muller, jefe de seguridad de la misión de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, con el cual se tenía contacto para la protección de delegaciones cubanas que visitaban al organismo internacional.
El atentado se produciría en fecha muy próxima cuando Reagan visitara Carolina del Norte, como parte de la campaña para reelegirse en el cargo.
La información estaba completa; daba nombres de los implicados en el plan; día, hora y lugar donde sería el magnicidio; tipo de armamento que poseían los terroristas y dónde guardaban las armas; además de todo eso, el centro de reunión de los elementos que estaban planificando la acción y un breve relato de lo que habían conversado en dicha reunión.
La entrega de la información se realizó en un encuentro con Muller en un edificio situado en la calle 37 y la Tercera Avenida, a dos cuadras del edificio de la misión cubana.
Se le trasladaron todos los detalles conocidos, garantizando quedara bien claro lo más importante, como era los nombres de los involucrados, lugar, hora y tipo de armamento que se utilizaría por estos.
Al final del intercambio, nuestro oficial le comunicó que había recibido instrucciones del gobierno de Cuba de hacerlo con urgencia, y que lo habíamos seleccionado por conocer que era un profesional en los problemas de seguridad.
Muller leyó lo que había escrito para asegurarse de que no había alterado nada y que estaban todos los elementos importantes.
Preguntó por la fuente, se le dijo era segura. Planteó que el servicio secreto tendría necesidad de entrevistarse con los funcionarios cubanos. Se le contestó no había inconveniente en hacerlo.
Aproximadamente a las cuatro y media de la tarde de ese día, los agentes del Servicio Secreto se reunieron con la representación cubana.
La entrevista se llevó a cabo en el apartamento 34-F, situado en el piso 34 de un complejo de edificios nombrado Ruppert Towers, que se encuentra en la calle 92 entre Tercera y Segunda Avenida, en la parte alta de Manhattan.
Los agentes eran dos hombres jóvenes, blancos, pelados bien bajo, vestidos de traje. Su objetivo era principalmente chequear lo que Muller les había trasladado, pues traían en sus manos copia del cable que este les había enviado. Al comprobar el contenido del cable se les aseguró no faltaba nada.
Los agentes del Servicio Secreto querían conocer quién había dado la información y cómo esta había llegado a nuestro poder. Se les respondió lo mismo que se le había dicho a Muller. También se interesaron en saber si era posible alguna ampliación, y se les dijo que si llegaba algo nuevo se les trasladaría de inmediato.
Ellos dieron su tarjeta y pidieron se les llamara directamente si se conocían otros datos adicionales, plantearon no era necesario hacerlo por medio de Muller.
El lunes siguiente pudimos conocer que el Buró Federal de Investigaciones había detenido a un grupo de personas en Carolina del Norte a las que se les hacían varias acusaciones, ninguna de ellas ―como es de suponer― relacionadas con un atentado al Presidente Reagan, quien viajó a dicho Estado poco después como parte de la campaña por la reelección al cargo de Presidente.
Antes de que transcurrieran cuatro o cinco días de la detención, a fines de esa propia semana, Muller llamó por teléfono a la Misión para invitar al funcionario cubano a almorzar, lo cual hicieron en el restaurante para Delegados de las Naciones Unidas. Lo primero que hizo fue pedir se trasladara al gobierno de Cuba el agradecimiento del gobierno de Estados Unidos por la información brindada, y confirmó que habían operado contra el grupo de involucrados. ¡Un luchador antiterrorista cubano salvó la vida de un Presidente de Estados Unidos!
Alguna prensa norteamericana menciona un diario íntimo de más de 700 páginas de apuntes personales de Reagan, desde su toma de posesión hasta la entrega del mando a Bush (padre), tratando de hacer ver que su gobierno no fue tan agresivo contra Cuba.
Sin embargo, según cuentan, Robert McFarlane, entonces Subsecretario de Estado subordinado a Alexander Haig, afirmó en sus memorias: “De todos los gobiernos que han lidiado con Fidel Castro desde 1959, el de Reagan parecía el menos adecuado para dialogar con el régimen comunista de Cuba”.
Tal vez Reagan experimentó algún agradecimiento tanto por nuestra preocupación cuando sufrió el atentado en 1981, como por el aviso que le salvó la vida ante un peligro inminente, y lo agradeció a través de Robert C. Muller
Reagan fue quien suscribió con Cuba el primer acuerdo migratorio, pero no podía escapar de su entorno, porque otros más a la derecha todavía que él lo eliminaban físicamente, como hicieron con Kennedy después que conoció el terrible riesgo de una guerra termonuclear. Reagan sin duda cambió su política hacia Cuba en un año electoral, incumplió el acuerdo suscrito que fijó la entrega de hasta 20 mil visas por año para viajes seguros, al otorgar menos de mil, y mantuvo la llamada Ley de Ajuste que tantas vidas cubanas ha costado.
El 11 de septiembre del 2001 en el vecino país se produjo un verdadero caos. Durante mucho tiempo los aeropuertos tenían prohibido realizar aterrizajes. Un incalculable número de vuelos con pasajeros estaban en el aire. Eran las noticias que se transmitían por los medios de difusión masiva de Estados Unidos. Se informaba de miles de víctimas en Nueva York, entre personal que trabajaba en las Torres Gemelas, bomberos y visitantes. También se habló de personas que iban en un avión de pasajeros lanzado contra el Pentágono. Ofrecimos el envío de sangre segura procedente de donantes habituales si se necesitaba en algún caso. La donación de sangre es una tradición de la Revolución cubana desde hace mucho tiempo.
Coincidió casualmente con el día en que habíamos convocado a las 6:00 de la tarde a casi 15 000 estudiantes de nivel superior y graduados universitarios, con motivo de la reinauguración de la escuela “Salvador Allende”, donde 3 599 jóvenes comenzarían estudios superiores para prepararse con métodos nuevos y probados a fin de ejercer como maestros de primaria.
Hoy se cumplen seis largos años de aquel doloroso episodio. En la actualidad se conoce que hubo desinformación deliberada. No recuerdo haber oído hablar ese día de que en los sótanos de esas torres, en cuyos pisos superiores radicaban bancos de multinacionales junto a otras oficinas, había depositadas alrededor de 200 toneladas de barras de oro. La orden era disparar a muerte contra todo el que intentara penetrar hasta el oro. Los cálculos sobre estructuras de acero, impactos de avión, cajas negras encontradas y lo que estas revelaban, no se ajustan a los criterios de matemáticos, sismólogos, especialistas en información y especialistas en demolición, etcétera, etcétera. Lo más dramático es la afirmación de que posiblemente nunca se conozca lo que verdaderamente ocurrió. Consta sin embargo que varias personas que viajaban de New Jersey a San Francisco, conversaron con familiares cuando ya la nave aérea estaba bajo el control de individuos ajenos a su tripulación normal.
Analizando el impacto de aviones similares al proyectado contra las torres, caídos por accidente en ciudades densamente pobladas, se concluye que ningún avión se estrelló sobre el Pentágono y que sólo un proyectil pudo generar el orificio geométricamente redondo que en dicha instalación creara el supuesto avión. Tampoco aparece pasajero alguno que allí pereciera. Nadie en el mundo tenía dudas sobre las noticias recibidas de un ataque al edificio del Pentágono. Fuimos engañados al igual que los habitantes del resto del planeta.
Al hablar en la Ciudad Deportiva aquel 11 de septiembre, entre otras consideraciones abordé el tema de la tragedia en Estados Unidos. Para no incluir el discurso completo, extraje párrafos textuales del mismo:

Hemos sentido dolor profundo y tristeza por el pueblo norteamericano, fieles a la línea que hemos seguido siempre[...] El acto no pensábamos suspenderlo, ni podía suspenderse, a pesar de la tensión internacional creada por los acontecimientos. Imagino que muchos los conozcan; pero, en esencia, consistieron en que, aproximadamente a las 9:00 de la mañana un Boeing, de los grandes, se estrella directamente contra uno de los dos edificios de las famosas torres de Nueva York, uno de los más altos del mundo, que tiene dos alas. Como es natural, aquello se incendia con todo el combustible de uno de esos grandes aviones; empiezan a ocurrir escenas tremendas, y 18 minutos después otro avión, también de una empresa aérea norteamericana, ataca y se estrella directamente contra la otra ala de la torre.
Unos minutos más tarde, otro avión se estrella contra el Pentágono. Llegan noticias, en medio de cierta confusión, de una bomba frente al Departamento de Estado y otros hechos alarmantes, aunque he mencionado los más importantes.
Evidentemente el país había sido víctima de un violento y sorpresivo ataque, inesperado, inusitado, algo verdaderamente insólito, que dio lugar a escenas impresionantes, en especial cuando ardían las dos torres y, sobre todo, cuando ambas se desploman, con sus 100 pisos, sobre otras edificaciones próximas, y se conocía que allí trabajaban decenas de miles de personas en diversas oficinas que representan numerosas empresas de variados países.
Era lógico que aquello produjera una conmoción en Estados Unidos y en el mundo, las bolsas de valores comenzaron a derrumbarse, y por la importancia política, económica, tecnológica y el poder de Estados Unidos, el mundo hoy estaba conmovido con aquellos acontecimientos que fue necesario seguir durante todo el día, a la vez que por nuestra parte se mantenía la atención sobre las condiciones y las circunstancias en que se realizaría este acto.
Por tanto había dos temas: la escuela y su importantísimo curso, y la catástrofe de tipo político y humano que se había producido allá, especialmente en Nueva York
[...] Hoy es un día de tragedia para Estados Unidos. Ustedes saben bien que aquí jamás se ha sembrado odio contra el pueblo norteamericano. Quizás, precisamente al sentirse Cuba plenamente libre, con patria y sin amo, por su cultura y por su falta de complejos, sea el país donde se trate con más respeto a los ciudadanos norteamericanos. Nunca hemos predicado ningún género de odios nacionales, ni cosas parecidas al fanatismo, por eso somos tan fuertes, porque basamos nuestra conducta en principios y en ideas, y tratamos con gran respeto ―y ellos se percatan de eso ―a cada ciudadano norteamericano que visita a nuestro país.
Además no olvidamos al pueblo norteamericano que puso fin a la guerra de Viet Nam con su enorme oposición a aquella guerra genocida; no olvidamos al pueblo norteamericano que, en un número superior al 80 por ciento, apoyó el regreso de Elián a nuestra patria; no olvidamos cuánto idealismo, perturbado muchas veces por el engaño, porque ―como hemos dicho muchas veces― para llevar a un norteamericano a que apoye una causa injusta, una guerra injusta, primero hay que engañarlo, y el método clásico utilizado en la política internacional de ese enorme país es el método de engañar primero, para contar después con el apoyo de la población. Cuando sucede a la inversa y su pueblo descubre que algo es injusto, por su tradición de idealismo, se opone a aquello que ha estado apoyando, muchas veces causas muy injustas, convencido de que lo que apoyaba era justo.
Por eso nosotros ―que sabemos no el número exacto, pero que hemos visto escenas impresionantes de sufrimientos y posibles víctimas― hemos sentido dolor profundo y tristeza por el pueblo norteamericano, fieles a la línea que hemos seguido siempre.
No andamos adulando a gobiernos, ni pidiendo perdones, ni favores, ni se alberga en nuestros pechos ni siquiera un átomo de temor. La historia de la Revolución ha demostrado cuán capaz es de desafiar, cuán capaz es de luchar, cuán capaz es de resistir lo que tenga que resistir, algo que nos ha convertido en un pueblo invencible. Esos son nuestros principios, una Revolución que se basa en ideas, en la persuasión y no en la fuerza.
[...] Nuestra reacción ha sido la que dije, y quisimos que nuestro pueblo viera las escenas y contemplara la tragedia. Y no hemos vacilado en expresar públicamente nuestro sentimiento. Aquí mismo está una declaración que se entregó a la prensa internacional alrededor de las 3:00 de la tarde, elaborada tan pronto se conocieron los hechos; mientras tanto, nuestra televisión estaba enfrascada en la divulgación de los acontecimientos. Sería comunicada a nuestro pueblo en el noticiero de la noche.
Me adelanto aquí algunos minutos para hacerles conocer la Declaración Oficial del Gobierno de Cuba, frente a los hechos ocurridos en Estados Unidos.
“El Gobierno de la República de Cuba ha recibido con dolor y tristeza las noticias sobre los ataques violentos y sorpresivos realizados en la mañana de hoy contra instalaciones civiles y oficiales en las ciudades de Nueva York y Washington, que han provocado numerosas víctimas.
[...] “No es posible olvidar que nuestro pueblo ha sido víctima durante más de 40 años de tales acciones, promovidas desde el propio territorio de Estados Unidos.
“Tanto por razones históricas como por principios éticos, el Gobierno de nuestro país rechaza y condena con toda energía los ataques cometidos contra las mencionadas instalaciones y expresa sus más sinceras condolencias al pueblo norteamericano por las dolorosas e injustificables pérdidas de vidas humanas que han provocado dichos ataques.
“En esta hora amarga para el pueblo norteamericano, nuestro pueblo se solidariza con el pueblo de Estados Unidos y expresa su total disposición a cooperar, en la medida de sus modestas posibilidades, con las instituciones sanitarias y con cualquier otra institución de carácter médico o humanitario de ese país, en la atención, cuidado y rehabilitación de las víctimas ocasionadas por los hechos ocurridos en la mañana de hoy.”
Aunque no se sepa si son 5 000, 10 000, 15 000, 20 000 las víctimas, se sabe que solo en los aviones que fueron estrellados contra las torres, o contra el Pentágono, viajaban cientos de pasajeros, y ofrecimos lo que podíamos si hiciera falta.
Ese es un país que tiene un gran desarrollo científico, médico, recursos; pero hay momentos en que pudiera hacer falta sangre de un grupo, plasma ―cualquier otro producto que nosotros podamos donar lo haríamos gustosamente―, o apoyo médico, o de personal paramédico, porque sabemos que muchos hospitales tienen déficit de determinados técnicos y profesionales. En fin, lo que queríamos era expresar nuestra actitud y nuestra disposición con relación a estos trágicos acontecimientos.
[...] Los secuestros aéreos, método inventado contra Cuba, se convirtieron en una plaga universal, y fue Cuba la que al fin y al cabo resolvió ese problema cuando, después de advertirlo reiteradamente, devolvimos a Estados Unidos a dos secuestradores; es doloroso, eran ciudadanos cubanos, pero los habíamos advertido, vinieron y los enviamos, cumplimos la palabra pública; pero nunca, ni siquiera después nos dieron noticias para sus familiares. Tienen su modo de actuar. Nadie sabe. Sé que los condenaron a 40 años, y aquello fue lo que puso fin al secuestro de aviones.”
[...] Ninguno de los actuales problemas del mundo se puede resolver por la fuerza, no hay poder global, ni poder tecnológico, ni poder militar que pueda garantizar la inmunidad total contra tales hechos, porque pueden ser acciones de grupos reducidos difíciles de descubrir.
Es muy importante saber cuál va a ser la reacción del gobierno de Estados Unidos. Posiblemente vengan días peligrosos para el mundo, no estoy hablando de Cuba. Cuba es el país que más tranquilo está en el mundo, por diversas causas: por nuestra política, por nuestras formas de lucha, por nuestra doctrina, nuestra ética, y, además, compañeras y compañeros, por la ausencia total de temor.
Nada nos inquieta, nada nos intimida. Sería muy difícil fabricar una calumnia contra Cuba, no lo creería ni el que la inventara y patentizara, es muy difícil; y Cuba no es hoy cualquier cosa en el mundo, tiene una posición moral muy grande y una posición política muy sólida.
[...] Los días próximos van a ser tensos dentro de Estados Unidos, empezarán a emitir opiniones no se sabe cuánta gente.
[...] Les sugeriríamos a los que dirigen el poderoso imperio que sean serenos, que actúen con ecuanimidad, que no se dejen arrastrar por raptos de ira o de odio, ni se lancen a cazar gente lanzando bombas por todas partes.
Reitero que ninguno de los problemas del mundo, ni el terrorismo, se pueden resolver por la fuerza, y cada acción de fuerza, cada acción disparatada del uso de la fuerza, en cualquier parte, agravaría seriamente los problemas del mundo.
El camino no es la fuerza ni la guerra. Lo digo aquí con toda la autoridad de haber hablado siempre con honradez, poseer convicciones sólidas y la experiencia de haber vivido los años de lucha que ha vivido Cuba. Sólo la razón, la política inteligente de buscar la fuerza del consenso y la opinión pública internacional puede arrancar de raíz el problema. Creo que este hecho tan insólito debiera servir para crear la lucha internacional contra el terrorismo; pero la lucha internacional contra el terrorismo no se resuelve eliminando a un terrorista por aquí y otro por allá; matando aquí y allá, usando métodos similares y sacrificando vidas inocentes. Se resuelve poniendo fin, entre otras cosas, al terrorismo de estado y otras formas repulsivas de matar, poniendo fin a los genocidios, siguiendo lealmente una política de paz y de respeto a normas morales y legales que son ineludibles. El mundo no tiene salvación si no sigue una línea de paz y de cooperación internacional.
[...] Nosotros hemos demostrado que podemos sobrevivir, vivir y progresar, y todo lo que aquí se muestra hoy es expresión de un progreso sin paralelo en la historia. No se progresa solo produciendo automóviles, se progresa desarrollando inteligencias, impartiendo conocimientos, creando cultura, atendiendo a los seres humanos como deben ser atendidos, que es el secreto de la enorme fuerza de nuestra Revolución.
No tiene salvación el mundo por otras vías y me estoy refiriendo en este caso a las situaciones de violencia. Búsquese la paz en todas partes para proteger a todos los pueblos de la plaga del terrorismo. Hay otra terrible plaga que se llama, por ejemplo, SIDA; otra que mata a decenas de millones de niños, adolescentes y personas en el mundo por hambre, por enfermedades y por falta de asistencia y medicamentos.
Hay en el terreno político ideas absolutistas, pensamiento único que se le trata de imponer al mundo, y promueven rebeldías e irritaciones por todas partes.
No se salva este mundo ―y ya esto no tiene que ver con el terrorismo― si continúa desarrollándose o aplicándose este orden económico y social injusto que conduce al mundo a la catástrofe, a un camino del cual no podrían escapar los 6 200 millones ni los futuros hijos de los habitantes que hoy tiene este planeta, que está siendo cada vez más destruido y conducido a la pobreza, al desempleo, al hambre y a la desesperación. Lo demuestran las masas en distintos lugares ya históricos, como Seattle, Québec, Washington, Génova.
Ya los más poderosos líderes de la economía y de la política mundial no pueden casi reunirse; la gente tiene cada vez menos miedo, está sublevada, lo que puede apreciarse en todas partes. Yo acabo de estar en Durban, provincia de África del Sur, y vi allí a miles de personas pertenecientes a las Organizaciones No Gubernamentales; se ve crecer como espuma el descontento en el mundo. [...]
¡Qué enorme diferencia entre la conducta del gobierno de Cuba y la del gobierno de Estados Unidos! ¡La Revolución, que se basa en la verdad, y el imperio, que se basa en la mentira!

Fidel Castro Ruz
Septiembre 11 del 2007
5:25 p.m.
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