viernes, 15 de mayo de 2009

Lo que informó la revista Science

Cuando escribí temprano la reflexión publicada hoy en el Noticiero Nacional de Televisión y en CubaDebate, no había leído todavía un despacho publicado en México por Mark Stevenson y David Koop, transmitido por AP, la principal agencia cablegráfica de Estados Unidos.

Desde luego que no había intención alguna de darme la razón, cuando más de una vez reiteró que yo había acusado a México de ocultar la epidemia hasta después de la visita de Obama a México.

Continué imperturbable leyendo el despacho del que disponía, gracias a boletines que recogen noticias de la prensa internacional, que no están incluidas en las 326 páginas publicadas ayer por las agencias radicadas en Cuba.

Es un artículo de la AP de especial interés en este momento, ¿qué dice textualmente?

“La visita de Obama el 16 de abril se produjo una semana antes de que los funcionarios de salud anunciaran que la influenza porcina se estaba diseminando, lo que condujo al eventual cierre masivo que prácticamente paralizó a muchas partes del país.”

“Un estudio publicado este lunes en la revista Science calculaba que ya el 23 de abril, día en que anunció la epidemia, posiblemente México tuviera ya 23 000 casos de influenza porcina. El estudio considera que la influenza porcina causa la muerte de entre 0,4% y 1,4% de sus víctimas, pero el autor principal Neil Ferguson, del Imperial College de Londres, afirmó que los datos son aún incompletos.

“‘Resulta harto difícil, en esta fase, cuantificar el impacto en la salud humana’, apuntó.

“El análisis publicado por Science sugiere la existencia de muchos más casos que los confirmados en los laboratorios, entre 6 mil y 32 mil en México desde el 23 de abril. La influenza se ha expandido desde entonces por todo el mundo y según el estudio parece ser mucho más contagiosa que la influenza común que se presenta cada temporada.

“Los investigadores también compararon el ADN de los virus en 23 casos confirmados e hicieron un estimado de que el 12 de enero deben haberse producido los primeros casos, presumiblemente transmitidos de persona a persona, si bien consideran que pudo haber comenzado en cualquier momento entre el 3 de noviembre y el 2 de marzo.

“Los investigadores indicaron que al parecer la influenza H1N1 del 2009 será tan severa como la de 1957, pero menos que la versión mortal de 1918.

“En México, la reapertura de los jardines de la infancia y escuelas primarias y secundarias cerradas desde el 24 de abril fue el más reciente paso en los esfuerzos por retornar a cierta normalidad. Los negocios, servicios gubernamentales, preuniversitarios y universidades reabrieron sus puertas la pasada semana.

“Sin embargo, seis de los 31 estados mexicanos pospusieron la reapertura de las escuelas por otra semana por el aumento de los casos de influenza a nivel local y un séptimo estado lo pospuso un día más, hasta el martes. El Departamento de Educación anunció que añadiría siete días al calendario escolar para recuperar el tiempo perdido.

“Pero mientras los funcionarios elogiaban a los sistemas de educación y salud por su respuesta a la crisis, se percibe que el ya sobrecargado sistema de salud de México empieza a dar señales de estar bajo grandes presiones.

“Docenas de trabajadores de la salud subordinados al gobierno, incluidos médicos y enfermeras, realizaron marchas y bloquearon calles en la ciudad costera de Jalapa para exigir aumentos salariales y mejores condiciones de trabajo.

“‘El gobierno nos pidió ayuda para combatir la epidemia de influenza, ahora nosotros le pedimos al gobierno que nos haga justicia’, dijo la enfermera Mariana Cortés, una de las organizadoras de la protesta.”

¡Los esfuerzos que hice para demostrar que desde fines de marzo ya se estaban produciendo síntomas, cinco semanas antes del anuncio oficial de la epidemia! La revista Science expresa su opinión de que posiblemente entre enero y marzo de 2009 surgió la enfermedad en México.

No soy yo el que escribió ese despacho ni el artículo de Science. Como lo que afirma equivale a más de 10 veces el número de enfermos que yo dije, y está evaluado por una de las revistas científicas más prestigiosas en el mundo, me pregunto si el Presidente y los líderes de su partido visitaron ya al embajador de Estados Unidos en México y lo amenazaron con romper las relaciones diplomáticas con ese país.

No hace mucho observé con preocupación que el honorable señor Presidente de México se disgustó cuando en una reflexión critiqué a su ilustre predecesor. ¡Qué tonto fui al mencionar aquella virgen vestal de la oligarquía mexicana! Se sintió en la necesidad de protestar en un comentario público.

Algunos se preguntan a título de qué hablo yo. Lo he dicho bien claro: con el de “El Compañero Fidel”, Me siento orgulloso de ser militante del Partido Comunista de Cuba. Cuando escribí lo que tanto agrió al presidente Calderón, titulé el mismo como “lo que pasaba por mi mente”. Es lo que ocurrió mientras leía su declaración contra Cuba. No violé las normas de la ética. Dije con toda sinceridad y sin insulto lo que pensaba. He sido entrenado por 10 Presidentes de Estados Unidos. A uno de ellos lo respeto mucho: a Carter. Alguno de los demás dio unas veces lo mejor y otras lo peor de sí. Varios de ellos, únicamente lo peor porque no tenían otra cosa que ofrecer. Al número 11 lo observo cuidadosamente. A todos agradezco lo mucho que aprendí a lidiar con los poderosos.

No tengo nada más que ofrecer hoy.

Fidel Castro Ruz
Mayo 14 de 2009
7 y 14 p.m.

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Otra noticia que estremeció al mundo

El 25 de abril de 2009 El Universal de México publicó que “Francis Plummer, científico del laboratorio microbiológico del Estado canadiense afirmó que la influenza que ataca a los mexicanos es un virus nuevo no solo para los humanos, sino para el mundo. Hace exactamente una semana... recibió una llamada en la que se le solicitaba ayuda para analizar unas muestras procedentes de México...”

“Las pruebas en que descubrimos este virus nuevo se realizaron exclusivamente en las muestras que enviaron las autoridades mexicanas, enfatizó en referencia a 16 casos que dieron positivos de las 50 muestras enviadas desde México...”

Dos días después el diario La Jornada cuenta que el día 5 de ese mismo mes, había recibido una información de su reportero en Veracruz, Andrés Timoteo, quien comunicó textualmente que “la Secretaría de Salud estableció un cerco epidémico en el poblado La Gloria, municipio de Perote, debido a que a sus habitantes los está afectando un extraño brote de infecciones respiratorias agudas...tres niños menores de dos años fallecieron y el 60 por ciento de los tres mil habitantes se encuentran afectados de las vías respiratorias.”

La Jornada agrega, “se dice en la nota del reportero que los pobladores atribuyen la aparición de las infecciones a la contaminación generada por los criadores de cerdos de la transnacional Granjas Carroll.

“...Decenas de familias se enfermaron súbitamente de las vías respiratorias.

“La agente municipal Bertha Crisóstomo solicitó apoyo a las autoridades sanitarias, pues decenas de familias se enfermaron súbitamente de las vías respiratorias” –continúa explicando el reportero.

“Los síntomas que presentaban los pobladores de aquel lugar, según testigos, eran altas temperaturas, tos muy fuerte y flemas, caen en cama como si fuera una infección de las que aparecen en tiempo frío.”

En realidad, el laboratorio canadiense del doctor Plummer no fue el primero en descubrir nada. El CDC de Atlanta lo había logrado el 17 de abril. El AH1N1 era un virus nuevo y potencialmente muy peligroso.

Hay algo más. El día 11 de ese mes, el Grupo de Alerta de la Organización Panamericana de la Salud, basándose en los informes de la prensa mexicana antes mencionada, pidió a la Secretaría de Salud verificar un supuesto brote de influenza en la comunidad de La Gloria en Perote, Veracruz, explicando que podía constituir un riesgo de salud de importancia internacional.

En cualquier país con esa información era indispensable una investigación inmediata y seria sobre el asunto.

Admiré siempre de México, los avances de la Seguridad Social. Era la más avanzada de este continente. Allí encontramos después del triunfo, amigos que nos ayudaron en los primeros años de nuestra Revolución.

Duele decirlo, pero en solo cuatro o cinco días actualmente se podía descubrir que estaban siendo afectados por ese virus, sin necesidad de enviar la muestra al laboratorio de Canadá. ¿Cómo explicar que no se hubiese realizado tal análisis en cualquier parte desde que surgieron los hechos que determinaron la gestión del Grupo de Alerta de la O.P.S. (Oficina Panamericana de la Salud)?

A partir del 24 de abril se ofrece la primera información a la comunidad internacional sobre la epidemia; las noticias eran preocupantes. Véanse algunas:

2 de mayo: 397 casos, 16 muertes.

5 de mayo: 866 casos, 26 muertes.

9 de mayo: 1626 casos, 48 muertes.

12 de mayo: 2282 casos, 58 muertes.


Cada día aparecían nuevos países afectados y casi sin excepción se relacionaba con personas que habían regresado de México.

Hace 3 días se anunció que China, una inmensa nación con más de 1300 millones de habitantes, anunció un caso positivo del virus AH1N1, transmitido en ese caso por un joven chino que estudia en Estados Unidos. Este país y México se han convertido en exportadores mundiales de la epidemia. Tal vez esa fulminante expansión pudo evitarse. No es un favor del Gobierno de México al mundo, como algunos pretenden. Ahora habría que dar las gracias a los tres países asociados al Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Los tres estuvieron en Puerto España los días 18 y 19 de abril. La visita de Obama a México había tenido lugar el 16 y el 17 de ese mes.

¿Qué significa para Cuba una de éstas epidemias? Nuestro país no tiene acceso a la compra de cualquier medicamento, materias primas o equipos o componentes de equipos diagnósticos que produzcan las transnacionales norteamericanas, en virtud de la extraterritorialidad que el gobierno de Estados Unidos ha impuesto al mundo. ¿Por qué acusarnos de ser enemigos del pueblo mexicano cuando adoptamos medidas de antemano elaboradas para proteger a nuestro pueblo? ¿Quién le dice ahora a China cómo debe proteger a su población? ¿Por qué mentir? ¿Por qué hablar de supuestas represalias, como fue suspender un viaje ya suspendido? ¿Acaso es más importante el dinero del turismo y las líneas aéreas que la vida de un compatriota? ¿Por qué amenazar? Nosotros no somos culpables de las drásticas medidas que la epidemia obligó a aplicar al gobierno mexicano.

Cuando Estados Unidos lanzó sus mercenarios por Girón escoltados por la Infantería de Marina, el General Lázaro Cárdenas, que se había llenado de gloria recuperando el petróleo de México no nos amenazó, por el contrario quiso viajar a Cuba para luchar junto a nosotros. Ese es el México a cuyo ejemplo rendimos tributo.

¿Sería posible que en México, los días 16 y 17 de abril nadie conociera una palabra del obsequio que desde ese país se le haría al mundo seis días después? ¿Ni siquiera los organismos de inteligencia de Estados Unidos, expertos en información, conocían lo que estaba a punto de ocurrir?

Nada ha cambiado en México durante los últimos 8 años, excepto el virus. La influenza, en 1918, mató más personas que la Primera Guerra Mundial.

¡Fue otra noticia que también estremeció al mundo! ¡Confiemos en la ciencia!

Fidel Castro Ruz
Mayo 14 de 2009
7 y 43 a.m.

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