domingo, 26 de octubre de 2008

La iglesia ortodoxa Rusa

Es una fuerza espiritual. En los momentos críticos de la historia de Rusia jugó un papel importante. Cuando se inició la Gran Guerra Patria, tras el traicionero ataque nazi, Stalin acudió a ella en apoyo de los obreros y campesinos que la Revolución de Octubre hizo dueños de las fábricas y la tierra.

Cuando la URSS se desintegró, el imperialismo no tuvo en esa iglesia un aliado. Por ello, cuando en el 2004 Su Eminencia Vladímir Mijáilovich Gundiaev, Kirill Metropolita de Smolensk y Kaliningrado, visitó nuestro país, le propuse construir en la capital de Cuba una Catedral de la Iglesia Ortodoxa Rusa como un monumento a la amistad cubano-rusa. El Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal, asumiría la responsabilidad del cumplimiento de la tarea. En ella se colocó tierra del lugar en que reposan los restos de los soldados soviéticos que murieron en nuestro país durante las decenas de años que prestaron aquí sus servicios. Por ello, cuando se inauguró el pasado domingo la Catedral, sentí deseos de sostener un intercambio con la estimada personalidad de la Iglesia Ortodoxa Rusa que nos visitaba.

Mañana jueves estará en Venezuela dialogando con el Presidente Chávez. Ambos se inspiran en los mismos principios éticos, emanados de las prédicas de Cristo según los Evangelios, una creencia religiosa que los dos comparten. Después visitará Ecuador para conversar con Correa, un dirigente político que se formó en la Teología de la Liberación.

Su Eminencia no es enemigo del socialismo ni condena al fuego eterno a los que partimos del marxismo-leninismo para luchar por un mundo justo. Cuando habla en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU u otras instituciones, es escuchado con gran respeto. En su inmenso país habla con frecuencia por televisión los sábados durante 15 minutos y es seguido con interés por decenas de millones de personas.

Nuestra capital se enriquece con un Templo digno de la prestigiosa Iglesia Ortodoxa Rusa, que es prueba irrecusable del respeto de nuestra revolución por uno de los principios fundamentales de los derechos humanos, en consonancia con una revolución socialista profunda y radical.

No hay razón alguna para hacer la menor concesión al imperialismo yanqui. Tengo la impresión de que Su Eminencia piensa así. No es antimusulmán, respeta esa religión. Dentro de su concepción ecuménica, cree que la Iglesia Católica puede resolver sus problemas con países como China y con Viet Nam.

Fue muy agradable y edificante intercambiar con él.

Fidel Castro Ruz
Octubre 21 de 2008
7 y 40 p.m.


Share/Save/Bookmark

LEER MÁS

jueves, 16 de octubre de 2008

Lo insólito

El domingo 12 de octubre, los países de la Eurozona acordaron un plan anticrisis por iniciativa de Sarkozy, Presidente de Francia.

El lunes 13, se anuncian las cifras multimillonarias de dinero que los países de Europa lanzarán al mercado financiero para evitar un colapso. Las acciones subieron con las sorprendentes noticias.

En virtud de los acuerdos mencionados, Alemania había comprometido, en la encuesta de rescate, 480 mil millones de euros; Francia, 360 mil millones; Holanda, 200 mil millones; Austria y España, 100 mil millones cada uno, y así sucesivamente hasta alcanzar, junto con la contribución de Gran Bretaña, la cifra de 1,7 millones de millones de euros, que ese día —ya que varía constantemente la relación de cambio entre una y otra moneda— equivalían a 2,2 millones de millones de dólares, que se sumaban a los 700 mil millones de dólares de Estados Unidos.

Las acciones de las grandes corporaciones que no se habían arruinado vieron una subida abrupta de su valor que, aunque estaba lejos de compensar las pérdidas sufridas en los nueve días trágicos, les permitirá a los políticos y banqueros del capitalismo desarrollado disfrutar de una dosis de oxígeno.

Ese mismo día por la noche, el Primer Ministro de Italia, Silvio Berlusconi, en un banquete efectuado en su honor que tuvo lugar en la Casa Blanca, hace un discurso rindiendo culto a Bush: "Confiamos en el Presidente que tuvo el coraje de poner en práctica lo que consideraba justo, lo que debe hacer para sí, para su pueblo y para el mundo."

¡Realmente se pasó de rosca!

También ese día 13, el Premio Nobel de Economía correspondiente al 2008 es otorgado al ciudadano de Estados Unidos Paul Krugman. Se trata sin duda de un defensor del sistema capitalista, pero es a la vez muy crítico del presidente Bush.

Bajo el título de Gordon lo ha hecho bien, publicado el día 14 en El País, expresa diversas ideas, algunas de las cuales merecen recogerse textualmente:

"Lo natural es afrontar el problema de la falta de capital financiero haciendo que el Estado proporcione a las instituciones financieras más capital a cambio de una parte de su propiedad...

"Esta especie de nacionalización parcial temporal también era la solución preferida en privado por Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal.

"Al anunciar su plan de ayuda financiera de 500 mil millones de euros, Henry Paulson, secretario del Tesoro estadounidense, rechazaba este camino evidente, alegando que 'eso es lo que se hace en caso de quiebra'.

"El gobierno británico ha ido directamente a la raíz del problema y ha actuado con asombrosa velocidad para solucionarlo."

"Paulson —tras haber malgastado supuestamente varias semanas muy valiosas— también ha dado marcha atrás y ahora pretende comprar acciones bancarias en lugar de activos hipotecarios tóxicos.

"Como ya he dicho, todavía no sabemos si esas medidas funcionarán... Esa visión clara ha tenido que proceder de Londres y no de Washington.

"Es difícil evitar la sensación de que la respuesta inicial de Paulson estaba distorsionada por la ideología. Recuerden que trabaja para un gobierno cuya filosofía puede resumirse en que 'lo privado es bueno; lo público, malo'."

"En todo el ejecutivo, los profesionales expertos han sido destituidos; quizás no quede en el Tesoro nadie con la estatura y la trayectoria necesarias para decirle a Paulson que lo que hacía no tenía sentido.

"Por suerte para la economía mundial, lo que están haciendo Gordon Brown y sus ministros sí tiene sentido. Y quizás nos hayan mostrado el camino para superar esta crisis."

Ni siquiera el Premio Nobel de Economía 2008 está seguro, como confiesa, de que esas medidas funcionarán.

Son cosas insólitas.

El martes 14, las acciones en las Bolsas bajaron de precio algunos puntos. Las sonrisas fueron ya más estereotipadas.

Los países capitalistas europeos, saturados de capacidad productiva y mercancías, desesperadamente necesitados de mercados para evitar paros de obreros y los especializados en servicios, ahorristas que pierdan su dinero y campesinos arruinados, no están por tanto en situación de imponer condiciones y soluciones al resto del mundo. Así lo proclaman los líderes de importantes países emergentes y de los que, pobres y saqueados económicamente, son víctimas del intercambio desigual.

Hoy miércoles 15 el valor de las acciones en las Bolsas cayó de nuevo estrepitosamente.

McCain y Obama discutirán ardorosamente esta noche el tema económico.

En la gran democracia de Estados Unidos, la mitad de los que tienen derecho a votar no están inscriptos; de los inscriptos, la mitad no vota, y solo el 25 por ciento de los electores eligen a los que gobiernan. Muchos de los que ahora tal vez desearían votar por el candidato negro no pueden hacerlo.

Según las encuestas, ese candidato cuenta con abrumadora mayoría. Sin embargo, nadie se atreve a decir cuál será el resultado.

El 4 de noviembre es un día de gran interés para la opinión mundial, dada la crisis económica en que se debate la sociedad de Estados Unidos.

En materia electoral, de una sola cosa podemos estar seguros: en las próximas elecciones de Gran Bretaña, Gordon Brown no será electo Primer Ministro.

Fidel Castro Ruz
Octubre 15 de 2008
7 y 5 p.m.


Share/Save/Bookmark

LEER MÁS

Reflexiones del compañero Fidel (Tercera y última parte)

A medida que se desarrollaban los dramáticos combates en Cangamba observamos que las intenciones enemigas iban mucho más allá de una acción aislada. En primer lugar, había que salvar a los internacionalistas cubanos y a los hombres de la 32ª brigada de las FAPLA.

En carta de mi puño y letra enviada a los sitiados el 7 de agosto, les prometimos que los rescataríamos costara lo que costara.

La brigada de desembarco y asalto fue enviada por aire desde Cuba. Los medios disponibles se emplearían todos, de ser imprescindible, por ello los exhortábamos a resistir, como lo hicieron. Cumplida la misión de aplastar las fuerzas atacantes, debían adoptarse de inmediato las medidas para deshacer los planes estratégicos del enemigo.

Blandino, en sus investigaciones históricas, va reconstruyendo las intenciones del enemigo con las pruebas y testimonios que fue recopilando:

"No sólo Cangamba está bajo fuego del enemigo. Simultáneamente este ataca con artillería y morteros a Munhango, Calapo, Tempué y Luena, poblaciones todas ubicadas al norte de la aldea, Cangumbe. Sólo logra tomar Cangumbe, en el resto de los lugares es rechazado. El objetivo estratégico del agresor es aislar la provincia de Moxico, impedir la llegada de refuerzos, para posteriormente apoderarse de Luena, ciudad que pretende proclamar capital de una llamada 'república negra' escindida de Angola, en busca de reconocimiento internacional. Pero en lo inmediato su propósito es apoderarse de Cangamba y capturar o matar a los asesores cubanos que allí se encuentran. Apuesta al impacto político, moral y psicológico de un golpe como ese."

"General de División Leopoldo Cintra Frías:

"El plan de ellos es tomar aquello, hacer prisioneros a los ochenta y dos cubanos que hay allí y llevárselos para hacer el intento de obligar a Cuba a negociar directamente con la UNITA, sin la participación del gobierno angolano."

"General N'Dalu:

"La UNITA, como sabe que hay cubanos allí, pone una gran fuerza, muchos hombres, para ver si puede capturarlos y presentarlos a la prensa internacional, por eso incrementan mucho el esfuerzo. Nosotros estamos muy preocupados por eso, sería muy malo para todo, para la lucha que estamos llevando a cabo, que hubiera prisioneros cubanos presentados, y en segundo lugar también se encuentra la gente nuestra allí sufriendo."

"El coronel Wambu (fue Jefe de Inteligencia en la operación de Cangamba de las FALA, Fuerzas Armadas para la Liberación de Angola de UNITA; su testimonio tiene un gran valor):

"La participación de la aviación sudafricana está prevista, sobre todo, por la presencia cubana. Puede considerarse como la primera confrontación entre las fuerzas coaligadas sudafricanas y de la UNITA, y las fuerzas del Estado angolano con los apoyos que también puede obtener. La presencia cubana es de particular interés estratégico."

En Cangamba, después de acercarse por el oeste y el sur, el enemigo asesta el golpe principal con las 12 y 13 brigadas semirregulares, dos de sus tres más importantes unidades. También actúan otros dos batallones independientes y una compañía de destino especial. Tres mil hombres. La potente agrupación dispone de cincuenta a sesenta piezas de artillería y morteros, siete instalaciones antiaéreas múltiples de 14,5 milímetros, las conocidas cuatrobocas, y de cohetes antiaéreos portátiles.

El mencionado coronel de las FALA añade:

"Si vamos a hablar en términos clásicos, tenemos en el terreno una brigada en un dispositivo ampliado, ya que no son sólo los tres batallones de infantería, son efectivos ampliados considerablemente, porque aunque no hay tropas terrestres sudafricanas como tales, en el aspecto de infantería propiamente dicha, el componente de observadores y apuntadores para el fuego aéreo, así como de la logística, aparte de los choferes, etcétera, puede hablarse de efectivos de hasta un batallón. Puede hablarse de una brigada convencional de tropas de las FALA, más dos batallones de comando y servicios, más un batallón combinado de hombres de apoyo a la logística, artillería, observación aérea, además de los oficiales de enlace de la parte sudafricana: oficiales de inteligencia, de la fuerza aérea y otras especialidades."

"El teniente coronel N'gongo (Jefe Adjunto del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas para la Liberación de Angola del MPLA):

"Ese mismo día la prensa occidental comienza a informar que Cangamba está cercada por nueve mil hombres, aproximadamente, por lo que, tarde o temprano, va a caer en manos de la UNITA."

La columna blindada que partió de Huambo, añadimos nosotros, reforzó Luena con fuerzas suficientes para enfrentar cualquier ataque de Sudáfrica en esa dirección, lo cual constituyó un notable paso de avance. Entre Luanda, capital de Angola, al Oeste, y Luena, capital de Moxico, era necesario transitar 1 100 kilómetros de carretera, una distancia similar a la que media entre la ciudad de La Habana y Santiago de Cuba. Los puentes habían sido destruidos por las bandas de la UNITA. Las caravanas de abastecimiento y los constructores de pasos provisionales para abastecer a las poblaciones avanzaban trabajosamente por la ruta; los puntos claves debían ser protegidos.

La columna blindada de Menongue era fuertemente reforzada, y con ella el frente sur, con los nuevos batallones de tanques enviados desde Cuba que ya fueron mencionados. Éramos más fuertes. Pero hubo que esperar todavía otros cuatro años y soportar las consecuencias de las erráticas estrategias de Konstantín, que costaron muchas vidas angolanas.

El asesor soviético había llegado a la República Popular de Angola a fines de 1982 como Jefe de la Misión Militar de su país. Cumplida su misión regresó a la URSS en 1985, y volvió al país africano con mayor jerarquía militar en 1987. Fue el estratega de las absurdas ofensivas hacia Jamba en el remoto sureste de Angola, donde se ubicaba el hipotético puesto de mando de Savimbi, mientras las bandas de la UNITA, apoyadas por Sudáfrica, operaban en municipios cercanos a Luanda, como ya he contado otras veces. La última de esas ofensivas con resultados desastrosos siempre, dio lugar, sin embargo, a la batalla de Cuito Cuanavale, que marcó el principio del fin del apartheid, cuando las unidades angolanas, inútilmente golpeadas, retrocedían y el ejército de Sudáfrica chocó con la brigada de tanques, los BM-21 y las fuerzas cubanas enviadas a defender la antigua base aérea de la OTAN.

En ese momento decisivo, el Presidente de Angola dio su apoyo total a nuestros puntos de vista. Más de 30 mil soldados angolanos y 40 mil combatientes internacionalistas cubanos, con sus oficiales y jefes, bien entrenados y curtidos en la lucha, apenas terminaron los últimos disparos en el distante baluarte, avanzaron por el suroeste de Angola hacia las líneas sudafricanas en la frontera de Namibia. Gran número de los tanques, artillería coheteril antiaérea, otras armas y el personal correspondiente fueron enviados desde Cuba.

Con un número relativamente pequeño de aviones MiG-23 y la audacia de nuestros pilotos, nos hicimos dueños del aire, pero eran pocos si se comparaban con las cifras de aviones de combate de Sudáfrica. La URSS existía todavía. Fue el país que más se solidarizó con Cuba. Gorbachov había ascendido a la máxima dirección del Partido y el Estado. Le envié un mensaje personal solicitándole con urgencia 12 aviones de combate MiG-23 adicionales. Respondió positivamente.

Habíamos construido en cuestión de semanas una pista adelantada al suroeste de Angola, a más de 200 kilómetros de la que había sido la más importante línea defensiva en esa dirección. Nuestro problema principal era la escasez de tanques auxiliares de combustible para los MiGs. Era casi imposible lograr que alguien nos suministrara algunos más. Pero en cualquier circunstancia los cuarteles sudafricanos de la primera línea estaban a nuestro alcance y, excepto distantes aviones de combate, apenas poseían armas antiaéreas. Los pocos tanques auxiliares disponibles nos permitían golpear a los racistas incluso en Windhoek, la capital de Namibia.

Sudáfrica disponía sin embargo de siete armas nucleares que el gobierno de Reagan les suministró. Adivinamos, por determinados elementos de juicio, que podían poseerlas; colocamos cargas explosivas en la cortina de una importante presa dentro de Angola construida por los colonialistas portugueses casi en los límites de la frontera con Namibia, próxima a las posiciones principales del Ejército sudafricano en ese país. Previendo que llegaran a emplear aquellas armas contra las tropas cubanas y angolanas, estas fueron convenientemente desplegadas para enfrentar un eventual ataque de ese tipo. No existía nada capaz de superar el heroísmo desinteresado de los combatientes internacionalistas decididos a liquidar el apartheid.

Sudáfrica no soportó el desafío y negoció, después que recibió los primeros golpes en esa dirección, todavía dentro de territorio angolano. En la misma mesa se sentaron durante meses los yanquis, los racistas, los angolanos, los soviéticos y los cubanos. Allí estaba, entre los que discutían en favor de nuestra causa, Konstantín. Lo conocía ya, había tratado de evitar que se sintiera humillado por nuestra discrepancia y nuestros éxitos. Tenía sin duda influencia en el mando militar del glorioso Ejército soviético. Sus errores fueron la más importante contribución a la decisión adoptada por nuestro país de prohibirles a los racistas intervenir en Angola y de rectificar los errores políticos que había cometido la Dirección de la URSS en 1976.

Generosos con el adversario en cuestiones estratégicas, decidimos otorgarle la Orden "Che Guevara". La recibió con aparente satisfacción. Su peor falta no fue lo que hizo antes, sino después. La URSS desapareció y Konstantín hizo declaraciones oportunistas calumniando a Cuba, que tan generosa se comportó con él. El militar profesional de Cangamba, partidario de las absurdas iniciativas que propuso, e inventor de las estériles ofensivas hacia la remota Jamba, se había dejado conquistar por la ideología anticubana del enemigo. No habrá muchos que lo defiendan en su patriótico pueblo.

Konstantín fue su nombre de guerra. El suyo propio, sin más apellido, lo mencioné un día; era el que recordaba bien en ese momento. No deseo reiterarlo.

Savimbi siguió fiel a su espíritu aventurero y mercenario, primero, al servicio de los colonialistas portugueses; después, de los racistas sudafricanos; y finalmente, en forma directa, de los imperialistas yanquis. Cuando el soporte del apartheid fue liquidado por el propio pueblo sudafricano y el golpe anonadante que recibió en Angola, los yanquis lo pusieron al amparo de Mobutu, que había reunido una fortuna de 40 mil millones de dólares saqueando a Zaire. Europa con seguridad conoce bien esa historia. Savimbi recogía diamantes en el Centro y el Norte de Angola para él y la UNITA. Prosiguió así su brutal guerra contra los angolanos. Ya los cubanos no estaban allí al cumplir rigurosamente su programa progresivo de retirada, esta vez cumplida cabalmente la misión.

Las FAPLA, convertidas en fuerzas armadas experimentadas y aguerridas, pusieron al ejército pro yanqui de Savimbi, apoyado por Mobutu, fuera de combate. A la UNITA no le quedó otra alternativa que abandonar la rebelión. La nación angolana preservó la independencia y la integridad.

Hace falta que jóvenes internacionalistas y revolucionarios, capaces de sentir y actuar, recojan para la historia las páginas que ha sido capaz de protagonizar el pueblo cubano.

Las FAR constituyen para nuestro Partido un baluarte inexpugnable, un Ejército Mambí que esta vez no ha sido ni será jamás desarmado.

Fidel Castro Ruz
Octubre 14 de 2008
11 y 36 a.m.





Share/Save/Bookmark

LEER MÁS

martes, 14 de octubre de 2008

El fantasma de la Casa Blanca

Hace tres días, el viernes 10 de octubre, el mundo se estremecía bajo el impacto de la crisis financiera de Wall Street. Se ha perdido la cuenta de los millones de dólares en billetes de papel que la Reserva Federal inyectó a las finanzas mundiales para que los bancos sigan funcionando y los ahorristas no pierdan su dinero.

La reunión de ministros de Finanzas del Grupo de los 7 acordó aplicar las siguientes medidas:

· "Tomar acciones decisivas y utilizar todas las herramientas disponibles para respaldar a instituciones financieras importantes para el sistema y prevenir su quiebra.

· "Dar todos los pasos necesarios para descongelar los mercados de créditos y monetarios y asegurarse de que los bancos y otras instituciones financieras tengan amplio acceso a liquidez y fondos.

· "Asegurar que los bancos y otros intermediarios financieros mayores puedan, según su necesidad, reunir capital de fuentes públicas así como privadas, en montos suficientes para restablecer la confianza y permitirles continuar dando préstamos a las familias y negocios.

· "Asegurar que los respectivos seguros nacionales de depósitos y programa de garantías son robustos y consistentes de forma que los depositantes minoristas continúen teniendo confianza en la seguridad de sus depósitos.

· "Actuar, cuando sea apropiado, para relanzar los mercados secundarios para hipotecas."

Ese mismo día, el Secretario del Tesoro de Estados Unidos confirmó que el gobierno comprará acciones de los bancos, sumándose con ello a la iniciativa británica. Tanto Estados Unidos como el Reino Unido han indicado que adquirirán acciones preferentes, que son las que reciben dividendos primero, pero que no tienen derecho a voto.

El presidente Bush no consideró necesaria su presencia en esa reunión de los ministros de Finanzas. Se reuniría con ellos el sábado. ¿Dónde estaba el viernes 10 de octubre? Nada menos que en Miami. Asistía a un acto de recaudación de fondos para los candidatos republicanos de la Florida. Con la aprobación de sólo el 24 por ciento de los ciudadanos, era el jefe de Estado con menos apoyo en toda la historia de Estados Unidos. Se reunía con empresarios y cabecillas de la escoria cubana de Miami. Continuaba allí con su maniática obsesión anticubana al cabo de su tenebroso período de ocho años al frente del imperio. Ni siquiera pudo contar con el apoyo de la Fundación Cubano-Americana creada por Reagan en su cruzada contra Cuba.

Por razones puramente demagógicas, esta le había solicitado públicamente levantar con carácter provisional la prohibición de enviar ayuda directa a familiares y afectados por los dos destructores huracanes que golpearon a nuestro pueblo. Raúl Martínez, un ex alcalde de Hialeah, rival del congresista Lincoln Díaz-Balart, había hecho críticas a la actual política de quien fraudulentamente fue electo Presidente con menos votos nacionales que su adversario, en virtud del peso de la Florida en el conteo de votos electorales, cuando en realidad ni siquiera allí tenía mayoría.

El domingo 12 de octubre la Unión Europea, bajo la presidencia de Francia, acordó solicitar a Estados Unidos la organización de una cumbre para "refundar el sistema financiero internacional". Así lo declaró el presidente Nicolás Sarkozy, después de una reunión de los países de la Eurozona en París.

Sarkozy indicó que Europa debe ahora unirse a Estados Unidos y a otras potencias para atacar las causas de raíz de la crisis financiera que ha hundido a los mercados bursátiles.

"Debemos convencer a nuestros amigos estadounidenses de la necesidad de una cumbre internacional para refundar el sistema financiero", señaló Sarkozy, presidente de turno de la UE. No será un regalo a los bancos, afirmó con énfasis el Presidente de Francia.

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, entra hoy en sus últimos 100 días, ensombrecido por una altísima impopularidad y una de las crisis económicas más importantes de las últimas décadas.

Por su parte, el ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, criticó hoy al FMI por colocar a los países avanzados como modelos a seguir, y dijo que en la reforma futura del sistema financiero no deben primar las normas de esas naciones.

"El mundo asiste incrédulo mientras la crisis actual revela debilidades y errores graves en la política de países que eran tenidos como modelos, países que eran presentados como referencias de buen gobierno", dijo Mantega ante el Comité Monetario y Financiero Internacional, principal órgano directivo del FMI.

Con la economía mundial hecha pedazos, el Presidente de Estados Unidos, llevado a ese cargo de forma tan irregular e irresponsable, ha puesto en apuros a todos los aliados de la OTAN y a Japón, el más desarrollado y rico socio militar, económico y tecnológico de Estados Unidos en el Pacífico.

Miami es hoy una olla de grillos, y Bush se ha convertido en un fantasma.

Las bolsas no han caído más porque estaban ya en el piso. Hoy respiraban felices con las colosales inyecciones de dinero que las volvieron a inflar artificialmente a costa del futuro. Lo absurdo, sin embargo, no puede mantenerse. Bretton Woods agoniza. El mundo no volverá a ser el mismo.

Fidel Castro Ruz
Octubre 13 de 2008
5 y 20 p.m.





Share/Save/Bookmark

LEER MÁS

lunes, 13 de octubre de 2008

La ley de la selva


El comercio dentro de la sociedad y entre los países es el intercambio de bienes y servicios que producen los seres humanos. Los dueños de los medios de producción se apropian de las ganancias. Ellos dirigen, como clase, el estado capitalista y se ufanan de ser los impulsores del desarrollo y el bienestar social a través del mercado, al cual se rinde culto como dios infalible.
Dentro de cada país es la competencia entre los más fuertes y los más débiles, los de más vigor físico, los que se alimentan mejor, los que aprendieron a leer y escribir, los que fueron a las escuelas, los que acumulan más experiencia, más relaciones sociales, más recursos, y los que carecen de esas ventajas dentro de la sociedad.
Entre países, los que tienen mejor clima, más tierra cultivable, más agua, más recursos naturales en el espacio en que les tocó vivir cuando no existen más territorios que conquistar, los que dominan las tecnologías, los que poseen más desarrollo y manejan infinitos recursos mediáticos, y los que, por el contrario, no disfrutan ninguna de estas prerrogativas. Son las diferencias a veces abismales entre las que se califican como naciones ricas o pobres.
Es la ley de la selva.
Las diferencias entre las etnias no existen en cuanto se refiere a las facultades mentales del ser humano. Es algo más que probado científicamente. La sociedad actual no fue la forma natural en que evolucionó la vida humana; ha sido una creación del hombre ya mentalmente desarrollado, sin la cual no se puede concebir su propia existencia. Lo que se plantea es, por tanto, si el ser humano podrá sobrevivir al privilegio de poseer una inteligencia creadora.
El sistema capitalista desarrollado, cuyo máximo exponente es el país de naturaleza privilegiada adonde el hombre blanco europeo llevó sus ideas, sus sueños y sus ambiciones, se encuentra hoy en plena crisis. No es la habitual cada cierto número de años, ni siquiera la traumática de los años treinta, sino la peor de todas desde que el mundo siguió ese modelo de crecimiento y desarrollo.
La actual crisis del sistema capitalista desarrollado se produce cuando el imperio está próximo a cambiar de jefatura en las elecciones que tendrán lugar dentro de veinticinco días; era lo único que faltaba por ver.
Los candidatos de los dos partidos que deciden en esas elecciones, tratan de persuadir a los desconcertados votantes muchos de los cuales no se han preocupado nunca por votar― de que ellos, como aspirantes a la Presidencia, son capaces de garantizar el bienestar y el consumismo de lo que califican como un pueblo de capas medias, sin el menor propósito de verdaderos cambios en lo que consideran el más perfecto sistema económico que ha conocido el mundo; un mundo que, por supuesto, en la mentalidad de cada uno de ellos, es menos importante que la felicidad de trescientos y tantos millones de habitantes de una población que no llega al cinco por ciento de los habitantes del planeta. La suerte del otro noventa y cinco por ciento de los seres humanos, la guerra y la paz, la atmósfera respirable o no, dependerá en gran parte de las decisiones del jefe institucional del imperio, si es que ese cargo constitucional tiene o no poder real en la época de las armas nucleares y los escudos espaciales manejados por computadoras en circunstancias tales que los segundos son decisivos y los principios éticos tienen cada vez menos vigencia. No puede, sin embargo, ignorarse el papel más o menos nefasto que corresponde a un presidente de ese país.
En Estados Unidos existe un profundo racismo, y la mente de millones de blancos no se reconcilia con la idea de que una persona negra con la esposa y los niños ocupen la Casa Blanca, que se llama así: Blanca.
De puro milagro el candidato demócrata no ha sufrido la suerte de Martin Luther King, Malcolm X y otros, que albergaron sueños de igualdad y justicia en década recientes. Tiene además el hábito de mirar al adversario con serenidad y reírse de los aprietos dialécticos de un oponente que mira hacia el vacío.
Por otro lado, el candidato republicano, que cultiva su fama de hombre belicoso, fue uno de los peores alumnos de su curso en West Point. No sabía nada de Matemáticas, según confiesa, y es de suponer que mucho menos de las complicadas ciencias económicas.
Sin duda, su adversario lo supera en inteligencia y serenidad.
Lo que más abunda en McCain son los años, y su salud no es en lo absoluto segura.
Menciono estos datos para señalar la eventual posibilidad ―si algo ocurriera con la salud del candidato republicano, si lo eligen― de que la señora del rifle e inexperta ex gobernadora de Alaska fuese Presidenta de Estados Unidos. Se observa que no sabe nada de nada.
Meditando sobre la deuda pública actual de Estados Unidos que el presidente Bush descarga sobre las nuevas generaciones en ese país ―10,3 millones de millones―, se me ocurrió calcular el tiempo que tardaría un hombre para contar la deuda que aquél prácticamente ha duplicado en ocho años.
Suponiendo ocho horas de trabajo neto diario sin perder un segundo, al ritmo rápido de cien billetes de un dólar por minuto, 300 días de trabajo al año, un hombre tardaría 715 mil años para contar esa suma.
No encontré otra forma gráfica de imaginarme el volumen de esa suma de dinero que se menciona casi diariamente en estos días.
El gobierno de Estados Unidos, para evitar un pánico generalizado, declara que garantizará depósitos de ahorristas que no rebasen los 250 mil dólares; administrará bancos y cifras de dinero que Lenin, con ábacos, no habría imaginado contabilizar.
Podemos preguntarnos ahora qué aporte hará la administración Bush al socialismo. Pero no nos hagamos ilusiones. Cuando el funcionamiento de los bancos se normalice, los imperialistas se las devolverán a las empresas privadas, como hizo algún que otro país en este hemisferio. El pueblo paga siempre las cuentas.
El capitalismo tiende a reproducirse en cualquier sistema social, porque parte del egoísmo y los instintos del hombre.
A la sociedad humana no le queda otra alternativa que superar esa contradicción, porque de otra forma no podría sobrevivir.
En este momento, el mar de dinero que les lanzan a las finanzas mundiales los bancos centrales de los países capitalistas desarrollados está golpeando fuertemente a las bolsas de los países que tratan de superar el subdesarrollo económico y acuden a esas instituciones. Cuba no posee bolsa de valores. Sin duda surgirán formas de financiamiento más racionales, más socialistas.
La crisis actual y las brutales medidas del gobierno de Estados Unidos para salvarse traerán más inflación, más devaluación de las monedas nacionales, más pérdidas dolorosas de los mercados, menores precios para las mercancías de exportación, más intercambio desigual. Pero traerán también a los pueblos más conocimiento de la verdad, más conciencia, más rebeldía y más revoluciones.
Veremos ahora cómo se desarrolla la crisis y qué ocurre en Estados Unidos dentro de veinticinco días.


Fidel Castro Ruz
Octubre 11 de 2008
6 y 15 p.m.

Share/Save/Bookmark

LEER MÁS

La verdad en batalla y el libro de Martín Blandino (Segunda Parte)

La intensidad de las acciones del reducido grupo de pilotos de los MiG-21 la expresa así el autor:
"Por mucha discreción que se exija a quienes integran los Estados Mayores y las dotaciones de los puestos de mando, siempre se filtra algo de una acción de guerra que ya dura más de ocho días y ha mantenido en máxima tensión a cientos de hombres y mujeres a ambos lados del océano.
"Cómo ocultar, por ejemplo, el ruido atronador de 239 despegues de aviones de combate a reacción e igual cifra de aterrizajes —más de 50 diarios—, aunque tan alta cifra de misiones haya sido cumplida por solo nueve pilotos, que han permanecido en el aire un promedio de dos horas y media cada uno de los días de combate, incluido uno que ha cumplido casi cuatro misiones diariamente, lo que significa haber volado durante 3 horas y 45 minutos en una tras otra de esas tensas jornadas."
"Qué método puede garantizar que permanezca oculto el desplazamiento de los miles de hombres que integran las columnas blindadas de refuerzo. Cómo lograr que resulte invisible la marcha de los alrededor de 200 carros que componen cada una de ellas, incluidos tanques, artillería y transportadores blindados, a lo largo de cientos de kilómetros hacia Munhango, Tempué, Luena y otros lugares, desde Huambo, Menongue y otros puntos de la extensa geografía angolana."
La columna blindada de Huambo, que se dirigía a Cangamba, y recibió posteriormente, al cesar el cerco, instrucciones de girar hacia la izquierda en dirección a Luena, informa por radio al mando "que están sin combustible". Como el libro revela, "se le indica a esta y a la de Menongue que no se muevan del lugar donde se encuentran y tomen las medidas de seguridad hasta que sean reabastecidas. Se adopta la decisión de que los helicópteros les lleven ese importante suministro. Como siempre, se dificulta mucho localizar la columna. Las naves llevan un buen rato volando sin encontrar el menor vestigio. Por fin se ubica el lugar por medio de unas sábanas extendidas sobre los árboles."
El coronel Calvo comunica: "Salen 6 helicópteros de Luena hacia Munhango, unos 25 kilómetros al sur de Luena, a llevar 42 bidones de gasolina, más o menos unos 10 mil litros, para la columna de Sotomayor. En el aterrizaje, se rompen las palas del H-08. También posteriormente parten hacia la región de Tempué a localizar la columna de Suárez, llevarle documentos y sacar a tres heridos que tienen."
La columna blindada de Suárez, que había partido de Menongue hacia Cangamba, se encontraba a gran distancia de Luena, de donde salen los helicópteros que llevaban el combustible. Es un viaje largo, dada la extensión de Angola, cuya superficie compacta abarca aproximadamente casi once veces la de Cuba. Era el territorio donde el asesor soviético, aconsejaba lanzar una ofensiva con la brigada de asalto cubana, dando lugar a la contradicción surgida.
"Minutos después de la medianoche, cuando ya es sábado 13 de agosto en Luanda, se comunica a Cuba el cabal cumplimiento de la orden de evacuar hasta el último internacionalista cubano de Cangamba. El alto mando de las FAR ratifica la decisión de que la columna de Huambo continúe su marcha hacia Luena, y que la de Menongue regrese a esa ciudad" (importante baluarte del Frente Sur).
"Coronel Calvo:
"También es mi cumpleaños y recibo temprano un beso que me envía mi familia —por telepatía—. En horas de la tarde, me regalan una botella de vino y otra de ron, festejamos el cumpleaños del Comandante (era el mismo día) y de paso el mío también".
El autor continúa explicando:
"Pero para los pilotos y los integrantes de las columnas blindadas, aún están lejos de concluir las acciones. Dos helicópteros despegan cargados con 14 bidones de gasolina, unos 2 800 litros, destinados a la columna de Menongue, que ya inició la marcha de regreso a esa ciudad. Una vez cumplido ese primer vuelo, ponen rumbo hacia el aeropuerto de Menongue para desde allí continuar abasteciendo de combustible. También otros cuatro Mi-8 despegan de Luena con rumbo a Munhango, cargados con otros 5 600 litros de gasolina. Su misión es reabastecer a la columna de Huambo, que ahora se dirige a reforzar a las tropas que defienden la ciudad de Luena.
"Sobran razones para todas estas medidas, pues la inquietud sigue presente en el mando cubano. Las autoridades angolanas, al parecer, han decidido, al menos por ahora, no evacuar a sus tropas de Cangamba, y el riesgo de que el enemigo ataque nuevamente sigue presente, tanto a la aldea como a las columnas que aún se desplazan por peligrosos itinerarios."
En la descripción detallada de los sucesos de Cangamba, partiendo de los testimonios y documentos, bajo el epígrafe "La apreciación se confirma", el autor nos lleva a las horas más tensas de aquellos días:
"Aún falta para la salida del sol en Angola. Es domingo 14 de agosto. En Luanda el reloj marca las 04:45 horas, y los combatientes de guardia en el Centro de Comunicaciones de la jefatura de la Misión Militar cubana permanecen sumidos en el sopor que acompaña el amanecer de quienes han pasado la noche en vela. La entrada de un mensaje procedente de La Habana, donde todavía son las 23:45 horas del día anterior, disipa rápidamente la modorra de los ocupantes del local atestado de medios técnicos.
"Paulatinamente, el texto cifrado va haciéndose inteligible. Su contenido está dirigido al general de división Leopoldo Cintra Frías y contiene precisas instrucciones del Comandante en Jefe: ‘Estar preparados para brindar apoyo aéreo a las FAPLA en Cangamba’. Si los angolanos deciden por fin retirarse, ayudarlos con los helicópteros. Fidel alerta que el enemigo sufrió grandes pérdidas, pero no hay que confiarse: ‘Hemos cumplido nuestro deber y actuado y aconsejado lo correcto’."
Al amanecer de ese domingo, 8 aviones de bombardeo sudafricanos hicieron caer sus mortíferas cargas sobre las posiciones que habían estado ocupando las fuerzas angolanas y cubanas en Cangamba. De nuevo se producía la intervención directa del régimen del apartheid en Angola. Los yanquis y sus aliados sudafricanos no se resignaban a la desastrosa derrota. Los MiG 21 y los radares más cercanos estaban a 400 kilómetros.
"Coronel N’gongo (Jefe Adjunto del Estado Mayor de las FAPLA):
"Una vez derrotados los fantoches, los sudafricanos se ven obligados a intervenir directamente en el combate. Es así como las fuerzas racistas sudafricanas, con cuatro aviones tipo Canberra y cuatro aviones tipo Impala MK-2 destruyen completamente la población de Cangamba."
"Teniente coronel Henry:
"¼ nosotros ganamos la batalla en Cangamba, los pilotos teníamos previsto incluso hacer un desfile aéreo con todos los hierros, pasar con los aviones por allí, y Fidel dice: ‘¼ no quiero a nadie allí, ni cubanos ni FAPLA’. Tengo que reconocer que cumplimos por disciplina, por confianza en el Comandante en Jefe, pero realmente en ese momento no entendíamos¼ "
"Coronel Escalante:
"¼ es verdad que el Comandante en Jefe, o es mago o tiene una bola de cristal¼ Manda a evacuar Cangamba urgente y poco después una escuadrilla de Impalas y otra de Canberras ¡le han metido una clase de bombardeo a aquello! Él prevé que los sudafricanos, precisamente teniendo en cuenta la derrota que ha sufrido la UNITA, van a bombardear allí. Nosotros en la Misión decimos: ¡Coño, la verdad es que el Comandante en Jefe ha tomado una clase de decisión!"
"General de división Leopoldo Cintra Frías:
"A veces uno piensa que el Jefe es adivino. Si llegan a estar los cubanos allí, nos hubiéramos enfrascado otra vez en un combate aún más prolongado y en peores condiciones para nosotros, porque el abastecimiento se hubiera hecho todavía más difícil."
Estas opiniones eran emitidas en un momento en que las tensiones se relajaban, tras los días inciertos y dramáticos de la batalla, pero ninguno de aquellos jefes dejó de cumplir con absoluta disciplina, eficiencia y seriedad, las instrucciones recibidas. Es totalmente cierto que en los momentos difíciles, si no hay confianza en los que dirigen, nada marcha.
Amels Escalante, que es también investigador sagaz y profundo, 20 años más tarde, describió con absoluto rigor la batalla del Jigüe, donde 45 años antes, en el mes de julio de 1958, alrededor de 120 hombres, casi todos reclutas de la escuela de Minas del Frío bajo el mando de diez o doce jefes veteranos de nuestra guerra en la Sierra Maestra, combatiendo durante diez días ocasionaron al ejército enemigo y sus refuerzos tres bajas por cada combatiente que participó en la acción y ocuparon cientos de armas. Amels había logrado, con el mismo método de Jorge Martín Blandino, más detalles que yo del desarrollo de aquella batalla.
En su libro Cangamba, Martín Blandino ilustra con detalles:
"Entre el 18 y el 23 de agosto de 1983, tan solo unos días después de la evacuación de los asesores cubanos de Cangamba, parten hacia Angola desde los puertos de Santiago de Cuba, Matanzas y Mariel, los buques Donato Mármol, Ignacio Agramonte y Pepito Tey. Se repite así, en otras circunstancias, la proeza de 1975. En las bodegas de estas naves mercantes, ocultos a los medios de inteligencia del enemigo, viajan hacia el país africano tres batallones de tanques y uno de infantería motorizada. A ese primer paso le siguen pronto muchos otros en el plano militar, político y diplomático, hasta situar a las FAPLA y al contingente internacionalista cubano en condiciones de derrotar la nueva escalada del agresor extranjero y sus aliados del patio.
"Todo ello ocurre, además, en momentos en que Cuba enfrenta la posibilidad de una agresión militar directa en gran escala por parte de las fuerzas armadas de Estados Unidos, cuando el país está inmerso en el gigantesco esfuerzo que significa instrumentar la concepción de la guerra de todo el pueblo, ante las constantes amenazas de la administración norteamericana de Ronald Reagan¼ "
¿Cómo se precipitaron los acontecimientos que expone el investigador?
Desde Cuba vimos bastante rápidamente por elemental lógica las intenciones del enemigo, a medida que se desarrollaban los combates, e íbamos adoptando las medidas pertinentes de respuesta. La primera de todas, cuando llegaron noticias del cerco a la 32 brigada y sus asesores, fue decidir el rápido regreso a Angola del Jefe de la Misión Militar, general de división Leopoldo Cintra Frías, veterano de la Sierra Maestra, consagrado simpatizante de las FAPLA, que había viajado a Cuba en ese momento. "Hay que rescatar a toda costa aquellas fuerzas", fue la orden que recibió.
La Brigada de Desembarco y Asalto (así se llamaba entonces) fue enviada por aire al país sistemáticamente agredido por Sudáfrica.
Ya expresé que durante años habíamos estado sufriendo las consecuencias de la impunidad que gozaba el régimen fascista del apartheid, que había sido derrotado en su agresión a la República Popular de Angola. Expliqué igualmente a la Dirección soviética las razones y los puntos de vista sostenidos por Cuba.

Fidel Castro Ruz
Octubre 12 de 2008
5 y 23 p.m.

Share/Save/Bookmark

LEER MÁS

sábado, 11 de octubre de 2008

La verdad en batalla y el libro de Martín Blandino (Primera Parte)

Toda la prensa internacional habla del huracán económico que azota al mundo. Muchos lo presentan como un fenómeno nuevo. Para nosotros no es nuevo, estaba previsto. Prefiero abordar hoy otro tema actual de gran interés también para nuestro pueblo.

Cuando escribí la reflexión sobre Cangamba, no conocía el magnífico libro del periodista e investigador cuyos apellidos consigno en el título de esta que ahora publico; había visto únicamente el filme Kangamba, que tan emotivos recuerdos removió en mí. Una y otra vez rememoraba la frase: ¡Los que cayeron en Cangamba no murieron en vano!

Era el mismo propósito que inspiraba mi mensaje, el 12 de agosto de 1983, al Jefe de la Misión Militar cubana en Angola.

Al amanecer, el enemigo se había retirado del campo de batalla, donde el número de sus efectivos ascendía a más de 3 mil hombres armados y asesorados por los racistas sudafricanos, que desde el 2 de agosto venían atacando día y noche las trincheras, ocupadas por alrededor de 600 angolanos de la 32 brigada FAPLA y 84 internacionalistas cubanos, más un refuerzo de 102 hombres enviados desde la región militar de Luena. Luchaban allí sin descanso angolanos y cubanos privados de agua y alimentos, habiendo sufrido 78 bajas mortales y 204 heridos, de ellos 18 muertos y 27 heridos eran cubanos. Al iniciar la retirada, los atacantes perdieron casi todas sus armas y municiones y sufrieron grandes bajas. Las dos mejores brigadas de la UNITA fueron puestas fuera de combate.

El libro de Jorge Martín Blandino se publicó el año 2007, cuando por razones de salud yo no estaba ya en la primera línea. Fue fruto de una larga investigación y de conversaciones con muchos de los que fueron protagonistas de los hechos, así como de la consulta de 34 libros que abordan el tema, algunos de ellos escritos por “oficiales sudafricanos de la época del apartheid” o personas que, engañadas, fueron colaboradoras de la UNITA.

En uno de los más interesantes capítulos se afirma:

“Esa noche, cuando el reloj marca las 14:00 horas en La Habana y las 19:00 en Luanda, se conversa una vez más con la Misión Militar de Cuba en Angola. Concluido el intercambio por vía telefónica, de inmediato se envía el cable que da forma legal a las indicaciones impartidas, las cuales reafirman la decisión tomada anteriormente: evacuar de manera urgente a todos los cubanos de Cangamba; tratar de convencer a los angolanos de que hicieran lo mismo; mantener la exploración en los accesos al poblado y prestar atención a los movimientos de tropas del enemigo en la provincia de Moxico.

“...En Luanda, a las 9:00 horas, se presentan a una reunión con el presidente José Eduardo dos Santos el embajador cubano Puente Ferro y el jefe del Estado Mayor de la Misión Militar cubana en Angola, coronel Amels Escalante. Para sorpresa de los dos cubanos, allí está también el jefe de la Misión Militar soviética, general Konstantín. Inmediatamente después llegan el Ministro de Defensa de Angola y el coronel N’Dalu, jefe del Estado Mayor General de las FAPLA.

“Primero entra al despacho presidencial el embajador, y hace entrega oficial del mensaje enviado a Dos Santos por el Comandante en Jefe. Posteriormente, pasa el coronel Escalante y explica en detalles la apreciación realizada por la máxima dirección cubana respecto a la situación actual en el plano militar, que fundamenta la decisión de evacuar a los internacionalistas de Cangamba, la propuesta de hacer lo mismo de inmediato con los combatientes de las FAPLA y detener la operación en marcha en la provincia de Moxico.

“El Presidente expresa su acuerdo con Fidel, e indica que hagan pasar al general Konstantín. El jefe de la Misión Militar soviética solicita la palabra y emite una opinión que causa sorpresa y también disgusto entre los cubanos. Plantea que, como política, a lo mejor podría aceptar la idea, pero como militar no está de acuerdo con detener la operación, pues a su juicio están creadas las condiciones para explotar el éxito, por ejemplo, con la introducción en combate de más fuerzas, incluida la brigada de desembarco y asalto que acaba de llegar de Cuba.”

“El coronel Amels Escalante le recuerda las muchas dificultades surgidas con los suministros durante los difíciles días del ataque enemigo a la aldea. El militar soviético apela al reciente arribo de un avión IL 76, cargado de cohetes C 5, a lo que el cubano contesta recordándole que antes hubo que traerlos desde Cuba, pues en el momento necesario no se contó con ellos. Ante el cariz que toma la reunión, Dos Santos opta por darla por terminada y postergar la toma de una decisión definitiva.

“Pocas horas después, al mediodía, el general Konstantín se presenta en la jefatura de la Misión Militar cubana. Pide disculpas por la forma en que había expresado sus criterios en la reunión con el Presidente y reconoce que antes de emitir una opinión como esa, debió estudiar profundamente la situación creada.”

La explicación del historiador es clarísima. La embarazosa situación se había creado y era realmente seria por sus implicaciones en cualquier sentido. Todo estaba en riesgo, y se hizo necesaria una fuerte dosis de firmeza y sangre fría por parte del mando cubano.

En el propio libro, tomando distintos momentos del mismo, se va explicando la esencia:

“Coronel N’Dalu:

“No hay unidad de pensamiento y cuando existe ese problema unos tienen una idea y otros... Se da gran importancia a hablar de ‘soberanía’, pero es difícil tener tanto territorio, no tenemos tropas suficientes. No es solamente Cangamba, hay muchas posiciones que en realidad se está allí para decir que estamos, pero estratégicamente no tienen importancia. Podemos esperar para más tarde hacer otras ofensivas. Discutimos entre nosotros en el Estado Mayor, con el Ministro de Defensa, y no hay unidad de criterios. Por eso, en determinado momento algunas decisiones demoran porque hay que convencer a las personas, ya que si una unidad se retira y acontece algo, los otros dicen: ‘Ocurrió por culpa de los que pidieron la retirada’; si se queda y pasa algo: ‛los culpables son los que dijeron que las tropas se mantuvieran’. Realmente nosotros debemos defender las áreas más pobladas, de mayor interés económico y social, y dejar para más tarde los territorios que, estando allí la UNITA o nosotros, la balanza no cambia. Ellos dicen que controlan, pero en realidad no están allí, lo que sí saben que nosotros no estamos tampoco.”

El autor reseña los documentos oficiales del MINFAR:

“El Comandante en Jefe, después de meditar un breve tiempo, indica transmitir al jefe de la Misión Militar cubana los siguientes argumentos. Se pregunta qué sentido tiene ahora permanecer en Cangamba. Ha quedado demostrado que la cifra de helicópteros y aviones de combate y transporte existentes en Angola, al igual que los aseguramientos disponibles para estos, resultan insuficientes para garantizar el apoyo a una operación de gran envergadura a la enorme distancia de las bases aéreas a que se encuentra la pequeña aldea. Más complejo aún resulta, como se ha visto en la práctica, garantizar el avance por tierra de tropas de refuerzo, también ubicadas a cientos de kilómetros que hay que recorrer por caminos intransitables e infestados de enemigos. Si extraordinariamente difícil ha sido desplazar los destacamentos blindados en la temporada de seca, no puede ni soñarse con un movimiento de tal magnitud en la época de lluvias que ya se aproxima.

“Se ha obtenido un gran éxito, y no sería racional aspirar a más en este momento... Medita sobre los días amargos pasados durante el cerco y peligro de aniquilamiento del pequeño grupo de internacionalistas, y alerta sobre la necesidad de ser realistas y no dejarse arrastrar por la euforia que siempre acompaña al triunfo: ‘No podemos dejar que la victoria se convierta en un revés’.

“El jefe de la Misión Militar cubana muestra su acuerdo, y se decide la rápida evacuación de los internacionalistas cubanos destacados en Cangamba. Inmediatamente, el Comandante en Jefe redacta un mensaje personal dirigido al presidente de Angola, José Eduardo dos Santos” (el impugnado por el general Konstantín), “en el que, a partir de los mismos razonamientos compartidos con el general de división Cintra Frías, le plantea la necesidad de que las FAPLA también evacuen las aldeas de Cangamba y Tempué, a la vez, lo perentorio que resulta fortalecer la defensa de Luena, Lucusse y Kuito Bie. Ante la realidad existente, le comunica la decisión de retirar a todos los cubanos de Cangamba en un breve plazo. También le sugiere posponer hasta la próxima temporada seca cualquier acción ofensiva en la región de Moxico, y concentrar por el momento los esfuerzos en la lucha contra el enemigo en el inmenso territorio que separa a la ciudad de Luanda de la línea que defienden las tropas internacionalistas cubanas en el sur del país, zona que la UNITA considera su segundo frente estratégico.

“A la vez, el coronel Amels Escalante comunica al jefe del Estado Mayor General de las FAPLA y al jefe de la Misión Militar soviética en Angola, la decisión del Comandante en Jefe de detener la operación que desarrollan las tropas internacionalistas cubanas, ante las dificultades con el desplazamiento de las columnas, los problemas de aseguramiento, sobre todo para la aviación, y la proximidad de la temporada de lluvias. Poco después el embajador Puente Ferro y el coronel Escalante se reúnen con el Ministro de Defensa para transmitirle la misma información.”

El coronel Amels Escalante tenía esperanza de que el coronel N’Dalu, jefe del Estado Mayor de las FAPLA, comprendiera la necesidad de retirarse de Cangamba.

El general de ejército angolano Kundi Payhama, combatiente angolano de excepcionales méritos, le contó al autor: “Había hermandad, había fraternidad, y todo lo que se hacía aquí, se hacía con un sentido diferente. La amistad, el cariño, el sacrificio, la entrega de los compañeros cubanos al dejar aquí su sudor, su sangre, no tiene precio. Que se diga que somos hermanos de facto y eternamente. No hay nada, nada en este mundo que justifique que algo se meta en medio de la amistad entre Angola y Cuba.”


Share/Save/Bookmark

LEER MÁS

lunes, 6 de octubre de 2008

Somos y debemos ser socialistas

El pasado 2 de octubre hablamos del precio internacional de los combustibles que estamos consumiendo. Tengo la impresión de que por su magnitud llamó la atención a muchos dirigentes y cuadros.

Se habla en general de los porcentajes de la población que tienen acceso a la electricidad u otros servicios de la vida moderna. Este puede variar desde el 40 por ciento o menos hasta el 60 por ciento o un poco más; dependerá del acceso a recursos hidroeléctricos u otros factores.

Antes del 1º de enero de 1959, casi la mitad de la población de Cuba carecía de electricidad. En la actualidad, con una población alrededor de dos veces mayor y amplio acceso a esa energía, su consumo se ha multiplicado varias veces.

En nuestro país, como en gran parte del mundo —excepto las naciones superricas—, esa electricidad llega por aire con empleo de torres, postes eléctricos, transformadores y otros medios, muchos de los cuales han sido derribados por los fuertes vientos de los huracanes Ike y Gustav a lo largo y ancho de la Isla.

Un artículo de Granma, suscrito por María Julia Mayoral, señala a grandes rasgos los destrozos en la red eléctrica causados por ambos fenómenos; pero, además, añade que durante el cruce de los huracanes los grupos electrógenos aseguraron la electricidad a "966 panaderías, 207 centros de elaboración de alimentos, 372 emisoras de radio, 193 hospitales, 496 policlínicos, 635 estaciones de bombeo de agua, 138 hogares de ancianos, entre otros centros fundamentales."

"Ese aseguramiento significa ... que en muy breve tiempo se tuvieron que desmontar cientos de equipos de emergencia ubicados en entidades productivas y de servicios, a fin de instalarlos de manera emergente en sitios sin conexiones con el SEN. Esto fue posible gracias a la acción coordinada de brigadas de montaje de varios organismos, empresas transportistas y el apoyo de las autoridades locales. Los medios trasladados provisionalmente volverán a sus centros de origen cuando la situación quede normalizada."

Las palabras, que transcribo de forma textual, demuestran el desvelo con que los cuadros del Partido y del Gobierno, nacionales y locales, se han dedicado a buscar soluciones.

El artículo de María Julia se titula "Millonarios gastos para dar luz a la población".

· Considero oportuno recordar que los grupos electrógenos fueron instalados para los siguientes objetivos:

· Garantizar servicios vitales como la salud o la conservación de alimentos en cualquier circunstancia.

· Producciones alimenticias industriales como pan, leche y otras similares.

· Asegurar fundiciones de acero, que no pueden interrumpirse porque causarían graves daños a la industria.

· Servicios de la defensa e informaciones públicas que no pueden faltar en ningún momento. Baste señalar los propios centros de Meteorología y sus radares, que siguen la trayectoria de los huracanes.

· Generación progresiva de electricidad con mínimo de consumo, mucho más eficiente que las termoeléctricas disponibles.

Señalados estos puntos, es necesario recordar que los grupos electrógenos van, desde pequeños motores con potencia para producir 40 o menos kiloWatts/hora, hasta equipos de más de 1 000. A veces hay que sumar varios de estos motores, por ejemplo, en un centro hospitalario con avanzado equipamiento tecnológico y un sistema de climatización indispensable, que suelen ser grandes consumidores de energía.

Tales motores funcionan con diésel y su eficiencia crece en la medida que aumenta su capacidad de generar electricidad hasta un punto determinado. Requieren grasas adecuadas, reservas de piezas, mantenimiento, etcétera.

Un número creciente de grupos electrógenos están constituidos por motores que son de producción continua y que consumen otro combustible.

Lo ideal es que cada centro de producción o servicios señalado reciba electricidad del Sistema Electroenergético Nacional (SEN), con máquinas de más eficiencia que trabajan con fuel oil, de mucho menor costo que el diésel, obtenido de la refinación del petróleo, combustible de creciente uso en el transporte de carga y pasajeros, tractores y otros equipos agrícolas.

Cuando por cualquier causa los grupos electrógenos que trabajan con diésel se convierten en generadores de electricidad para las viviendas y son sometidos a un régimen de trabajo durante 20 horas o más, las consecuencias son negativas. Su destino principal son las emergencias y, en el desarrollo actual de Cuba, un número reducido de horas/pico.

Dentro de los generadores que consumen hidrocarburos, nada puede compararse con los grupos electrógenos que trabajan con fuel oil aunque la inversión sea más costosa. Por su peso y complejidad, no pueden trasladarse de un lugar a otro en cualquier momento. En ese sentido, únicamente los superan las plantas de ciclo combinado a partir de gas, al que se le extraen previamente el azufre y otros elementos contaminantes.

Es conveniente recordar la necesidad de que ningún cuadro olvide que no se debe perder un minuto en reintegrar todos los motores que consumen diésel a sus funciones en municipios y provincias vecinas tan pronto cese la emergencia. Tenemos serios déficit de ese combustible, se gasta demasiado en el país y ha sido imprescindible reducir las asignaciones demandadas.

La producción y distribución de alimentos y materiales de construcción, reitero, tienen prioridad absoluta en estos momentos. No somos un país capitalista desarrollado en crisis, cuyos líderes enloquecen hoy buscando soluciones entre la depresión, la inflación, la falta de mercados y el desempleo; somos y debemos ser socialistas.

Fidel Castro Ruz
Octubre 4 de 2008
7 y 35 p.m.


Share/Save/Bookmark

LEER MÁS

sábado, 4 de octubre de 2008

Un tema para meditar

Cuba es un país donde la electricidad, en circunstancias normales, llega directamente al 98 por ciento de la población, existe un sistema único de producción y suministro de la misma, y se garantiza a los centros vitales en cualquier circunstancia a través de equipos electrógenos. Tan pronto se restablezcan las líneas de transmisión será de nuevo así.

Vale la pena meditar un minuto cada día sobre el costo de la energía eléctrica, sin la cual en el mundo de hoy la vida civilizada se vuelve imposible. Esto es válido aún más si se acerca la época del año en que las noches son más largas y todas las luces y equipos se encienden a la vez, y son pocos los hogares que no disponen de varios objetos electrodomésticos.

Reflexionar sobre el tema nos permite comprender el desafío de gran número de países en el mundo que deben importar el combustible. No abundó nunca ni pudo abundar en Cuba, sin caudalosos ríos, la energía hidráulica; la solar, una forma renovable y no contaminante de energía, aunque costosa, se emplea en varios miles de puntos que satisfacen necesidades sociales; y por último, la eólica, cuyas pruebas se iniciaron bajo el peligro destructor de los huracanes. No cesará, por ello, el esfuerzo de buscar respuesta a las necesidades crecientes de energía.

Nuestra producción de electricidad depende fundamentalmente de las termoeléctricas, construidas a lo largo del país en los años de Revolución pues antes apenas existían, acompañadas de la extensa red que requiere una isla larga y estrecha para compensar déficit regionales y los tiempos de imprescindibles reparaciones.

En nuestras manos, sin embargo, está el ahorro del combustible que se consume cada día no solo en producir electricidad, sino en las actividades de la nación: industria, transporte, construcción, preparación de tierras, etcétera, etcétera. No las enumero todas porque son decenas las circunstancias en que aquel se consume no pocas veces más allá de lo necesario, tanto en Cuba como en cualquier parte del mundo; pero, en nuestro caso, con el agravante de habernos acostumbrado a recibir de la Revolución muchas cosas por las cuales no hemos luchado. Nos olvidamos incluso no pocas veces de que los huracanes existen, a lo que se unen cambios de clima y otros fenómenos creados por la llamada civilización.

Un dato nos ayudaría a ilustrar tal situación: el valor de la energía que Cuba consume anualmente, a los precios vigentes del presente año, supera los 8 mil millones de dólares.

Si, por otro lado, se suman el valor del níquel, el azúcar y los productos del Polo Científico, que constituyen los tres principales renglones de exportación, estos a duras penas alcanzan, en sus actuales precios, los dos mil millones de dólares, de los que habría que descontar los gastos e insumos necesarios para producirlos.

Desde luego que no son estos nuestros únicos ingresos en divisas convertibles. Por exportación de servicios nuestra Patria obtiene hoy más ingresos que por toda la exportación material que realiza. Tal vez lleguemos, en un período relativamente breve de tiempo, a ser exportadores de petróleo. Ya en parte lo somos de crudo pesado, que no puede refinarse en Cuba por nuestras limitadas capacidades actuales.

Una conclusión que se deduce de lo dicho es que, frente a la demanda desmedida de combustible por parte de los organismos del Estado, la respuesta ha sido categórica: reduzca las actividades que ha pensado o soñado.

Algunos de los nuestros sueñan realmente con satisfacer todas las solicitudes de "pajaritos volando" que la gente desea. Dentro del Estado, se necesita rigurosa disciplina y un orden absolutamente racional de prioridades, sin temor alguno a establecer lo que debe o no hacerse, y partiendo siempre del principio de que nada es fácil y que solo del trabajo con calidad e intensidad deben proceder honradamente los bienes materiales.

Los que no deben faltar en ninguna circunstancia son los medios disponibles que transportan materiales, alimentos, y los recursos para la producción y los servicios más vitales.

Vuelvo a insistir en la necesidad no de trabajo burocrático para las telarañas de las musarañas, sino de trabajo físico imprescindible e irrenunciable. No ser solo intelectual, sino también ser obrero, trabajar con las manos.

Fidel Castro Ruz

Octubre 2 de 2008

5 y 18 p.m.


Share/Save/Bookmark

LEER MÁS

Kangamba

Kangamba es de los filmes más serios y dramáticos que vi nunca. Fue a través de la reproducción de un disco en la pequeña pantalla de un televisor. Tal vez mi juicio esté influido por recuerdos que no es posible olvidar. Cientos de miles de compatriotas cubanos tendrán el privilegio de irlo presenciando en la pantalla grande.

Los artistas actuaron formidablemente. Creí por un instante que para producirlo habían necesitado la cooperación de decenas de angolanos. Desde el punto de vista humano, se observan escenas que hacen añicos el modo despectivo y racista con que tradicionalmente el imperialismo enfoca las costumbres y la cultura africanas. Las imágenes de las casas incendiadas por los proyectiles con que los gobernantes sudafricanos armaron una etnia africana para lanzarla contra sus hermanos angolanos no se pueden borrar nunca.

Las cosas ocurridas en aquel campo de batalla en que nuestros compatriotas, junto a los angolanos, realizaron aquella proeza fueron realmente conmovedoras. Sin su resistencia heroica todos habrían muerto.

Los que cayeron no lo hicieron en vano. El Ejército sudafricano había sido derrotado en 1976 cuando Cuba envió hasta 42 mil combatientes para evitar que la independencia de Angola, por la cual ese hermano pueblo luchó mucho tiempo, sucumbiera ante la invasión traicionera del régimen del apartheid, cuyos soldados fueron obligados a retroceder hasta la frontera de donde partieron: su colonia en Namibia.

Poco después de finalizada la guerra e iniciada la progresiva retirada de los combatientes cubanos por presión de la dirigencia de la URSS, los sudafricanos volvieron a sus andadas contra Angola.

La batalla de Cuito Cuanavale, cuatro años después de la de Cangamba ―su verdadero nombre―, y el propio drama que se vivió en este punto fueron consecuencia de una estrategia soviética equivocada en el asesoramiento del alto mando angolano. Fuimos siempre partidarios de prohibir al ejército del apartheid intervenir en Angola, como al final de la guerra de 1976 lo éramos de exigirle la independencia de Namibia.

La URSS suministraba las armas; nosotros entrenábamos a los combatientes angolanos y les brindábamos asesoramiento a sus casi olvidadas brigadas que luchaban contra los bandidos de la UNITA, como la número 32, que operaba en Cuanza, casi en el límite central al este del país.

Sistemáticamente nos negábamos a participar en la ofensiva que casi todos los años se dirigía al puesto de mando hipotético o real de Jonas Savimbi, jefe de la contrarrevolucionaria UNITA, en la remota esquina sudeste de Angola, a más de mil kilómetros de la capital, con brigadas flamantemente equipadas con armas, tanques y transportadores blindados soviéticos más modernos. Los soldados y oficiales angolanos eran inútilmente sacrificados cuando ya habían penetrado en la profundidad del territorio enemigo, al intervenir las fuerzas aéreas, la artillería de largo alcance y las tropas sudafricanas.

En esta ocasión las brigadas, con grandes pérdidas, habían retrocedido hasta veinte kilómetros de Cuito Cuanavale, antigua base aérea de la OTAN. Fue en ese momento que se ordenó a nuestras fuerzas en Angola el envío de una brigada de tanques a ese punto y se tomó la decisión, por nuestra cuenta, de acabar de una vez con las intervenciones de las fuerzas sudafricanas. Reforzamos nuestras tropas en Angola desde Cuba: unidades completas, las armas y los medios necesarios para cumplir la tarea. El número de combatientes cubanos superó en esa ocasión la cifra de 55 mil.

La batalla de Cuito Cuanavale, iniciada en noviembre de 1987, se combinó con las unidades que se movían ya en dirección a la frontera de Angola con Namibia, donde se dio la tercera acción de esa importancia.

Cuando se haga una película aún más dramática que la de Kangamba, la historia fílmica recogerá episodios más impresionantes todavía, en que brilló el heroísmo masivo de cubanos y angolanos hasta la derrota humillante del apartheid.

Fue al final de las últimas batallas cuando los combatientes cubanos estuvieron próximos a ser golpeados, esta vez junto a sus hermanos angolanos, por las armas nucleares que el gobierno de Estados Unidos suministró al oprobioso régimen del apartheid.

Sería de rigor producir en su oportunidad una tercera película de la categoría de Kangamba, que nuestro pueblo tiene a su disposición en los cines de Cuba.

Mientras tanto, el imperio se atasca en una crisis económica que no tiene igual en su decadente historia, y Bush se desgañita pronunciando disparatados discursos. Es de lo que más se habla en estos días.

Fidel Castro Ruz
30 de septiembre de 2008
7 y 40 p.m.

Share/Save/Bookmark

LEER MÁS